La actriz Blake Lively ha tomado la decisión de retirar dos de las acusaciones que había presentado contra el director y actor Justin Baldoni, en el marco de una batalla legal que se ha intensificado desde diciembre de 2024. Esta decisión se produce en un contexto donde las tensiones entre ambas partes han alcanzado un punto álgido, y se ha convertido en un tema de interés tanto en el ámbito legal como en el mediático.
### La Retirada de Cargos y sus Implicaciones
Lively ha solicitado la eliminación de los cargos por «inflicción intencionada de sufrimiento emocional» y «negligencia en la inflicción de sufrimiento emocional». Esta retirada se produce tras la solicitud del equipo legal de Baldoni de acceder a los registros médicos de la actriz, incluyendo notas de terapia, como parte de su defensa. La defensa del director argumenta que la decisión de Lively de retirar estos cargos está relacionada con su negativa a proporcionar la documentación médica solicitada. Según los documentos judiciales, Baldoni ha solicitado que esta retirada sea «con prejuicio», lo que significaría que Lively no podría volver a presentar esos cargos en el futuro. Sin embargo, los representantes legales de la actriz han rechazado esta condición, lo que deja abierta la posibilidad de que las acusaciones sean reintroducidas más adelante.
Los abogados de Lively han criticado las tácticas legales de Baldoni, acusándolo de intentar convertir el proceso legal en un espectáculo mediático. «Esto es parte rutinaria del proceso legal, que ellos están explotando como un espectáculo de prensa», han declarado. A pesar de la retirada de estos dos cargos, Lively mantiene otras acusaciones graves en su demanda, que incluyen acoso sexual, represalias laborales y una supuesta campaña de difamación orquestada por Baldoni y su entorno. La actriz busca una indemnización millonaria por los daños que ha sufrido, lo que añade un nivel de complejidad a este ya complicado caso.
### El Contexto del Conflicto
El conflicto legal entre Lively y Baldoni comenzó tras el rodaje de «Romper el círculo», una adaptación cinematográfica de la popular novela de Colleen Hoover. En esta película, Lively interpreta a Lily Bloom, una mujer que lucha por romper los ciclos de maltrato que marcaron su infancia. La actriz ha alegado que el comportamiento de Baldoni durante la producción tuvo un «impacto emocional extremo» en ella, afectando también a su esposo, el actor Ryan Reynolds, y a sus cuatro hijos. Esta situación ha puesto de relieve no solo las tensiones en el set de filmación, sino también las dinámicas de poder que pueden existir en la industria del entretenimiento.
En respuesta a las acusaciones de Lively, Baldoni presentó una contrademanda en enero de 2025, alegando extorsión civil, difamación e invasión de la privacidad. En esta demanda, también se incluyen a Reynolds y a los publicistas de Lively, lo que ha complicado aún más la situación. Este giro en la narrativa legal ha atraído la atención de los medios, especialmente por la implicación de figuras tan prominentes en la industria del entretenimiento.
Además, el caso ha tenido repercusiones en las relaciones personales de Lively, como se evidenció en la retirada de la citación judicial a Taylor Swift, amiga cercana de la actriz. Baldoni había acusado a Swift de influir en decisiones creativas del filme y de estar involucrada en la campaña de desprestigio en su contra. Los abogados de Lively argumentaron que esta citación era un intento de obtener pruebas sin fundamento, y Swift negó cualquier participación en el conflicto. Aunque la citación fue finalmente retirada, la relación entre Lively y Swift ha sufrido daños debido a este proceso legal.
A medida que el caso avanza, se espera que el juicio se celebre en marzo de 2026 en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, a menos que ambas partes lleguen a un acuerdo extrajudicial. A pesar de la retirada de los cargos relacionados con el sufrimiento emocional, los representantes de Lively han dejado claro que la actriz sigue comprometida en exponer las tácticas de represalia que enfrentan aquellos que se atreven a denunciar comportamientos inapropiados en el lugar de trabajo. Este caso no solo pone de manifiesto las complejidades de las relaciones laborales en Hollywood, sino que también plantea preguntas sobre la responsabilidad y la ética en la industria del entretenimiento.
