La familia Goyanes ha vivido un año lleno de emociones y recuerdos tras la trágica pérdida de Carlos Goyanes y su hija Caritina. Este agosto marca el primer aniversario de estos eventos que dejaron una profunda huella en sus seres queridos. Carlos, a los 79 años, falleció repentinamente en su hogar en Marbella debido a un infarto, a pesar de haber estado en un estado de salud relativamente bueno. Solo 19 días después, su hija Caritina, de 46 años, también sufrió un infarto, lo que dejó a la familia devastada y en un proceso de duelo que aún continúa.
La vida de Cari Lapique y Carla Goyanes, las dos mujeres más cercanas a Carlos y Caritina, ha estado marcada por la búsqueda de la normalidad en medio de la tristeza. A lo largo de este año, han intentado encontrar consuelo en la compañía de amigos y familiares, así como en actividades que les permitan recordar a sus seres queridos de una manera positiva. Recientemente, Cari y Carla organizaron el I Memorial Carlos Goyanes, un torneo de pádel que tuvo lugar en el Nueva Alcántara Club en Marbella. Este evento no solo sirvió como homenaje a Carlos, sino que también reunió a amigos y familiares en un ambiente de camaradería y celebración de la vida.
El torneo fue un éxito, con la participación de varios nietos de Carlos, quienes llegaron a las finales, lo que añadió un toque especial a la jornada. La familia ha encontrado en el deporte una forma de honrar la memoria de sus seres queridos, y el pádel se ha convertido en un símbolo de unión y fortaleza para ellos. A pesar de la tristeza, Cari y Carla han demostrado que es posible seguir adelante, apoyándose mutuamente y creando nuevos recuerdos en honor a aquellos que han partido.
### Retomando la Vida Cotidiana
A medida que avanza el año, Cari y Carla han comenzado a retomar sus rutinas diarias. Cari, conocida por su espíritu aventurero, ha disfrutado de escapadas a lugares como Mallorca, donde ha podido desconectar y recargar energías junto a su hermana Myriam, quien ha sido un pilar fundamental en su vida. Por su parte, Carla ha estado descansando en Cádiz con su familia, buscando momentos de tranquilidad y felicidad en medio del duelo.
El regreso a Marbella, aunque inicialmente no estaba en sus planes, se ha convertido en una opción viable para las dos mujeres. La Costa del Sol, un lugar lleno de recuerdos familiares, les ofrece la oportunidad de reconectar con su pasado y, al mismo tiempo, de crear nuevas experiencias. La familia Goyanes ha decidido que es momento de volver a disfrutar de la vida, a pesar de la ausencia de Carlos y Caritina. Este regreso simboliza un paso hacia la sanación y la aceptación de su nueva realidad.
La comunidad también ha estado presente en este proceso. Amigos y conocidos han mostrado su apoyo incondicional, recordando a Carlos y Caritina en cada encuentro. Las redes sociales se han convertido en un espacio donde Cari y Carla comparten sus vivencias, permitiendo que quienes les rodean se sientan parte de su viaje hacia la recuperación. Este intercambio ha sido crucial para ambas, ya que les ha permitido expresar sus sentimientos y recibir el cariño de quienes les rodean.
### La Importancia de Recordar
Recordar a los seres queridos que han partido es un proceso esencial en el duelo. Para Cari y Carla, cada actividad que realizan en honor a Carlos y Caritina es una forma de mantener viva su memoria. Desde el torneo de pádel hasta las escapadas familiares, cada gesto cuenta. La familia ha aprendido que el dolor puede coexistir con la alegría, y que es posible celebrar la vida de aquellos que han fallecido mientras se sigue adelante.
El primer aniversario de la pérdida de Carlos y Caritina no solo es un momento de tristeza, sino también de reflexión y agradecimiento por los momentos compartidos. La familia Goyanes ha encontrado en la comunidad y en sus propias experiencias la fuerza necesaria para continuar. Este año ha sido un viaje de autodescubrimiento, donde han aprendido a valorar cada instante y a rodearse de amor y apoyo.
A medida que se acerca el aniversario, Cari y Carla se preparan para recordar a sus seres queridos de una manera que refleje su espíritu. La vida sigue, y con ella, la memoria de Carlos y Caritina permanecerá viva en el corazón de quienes los amaron. La familia Goyanes, aunque marcada por la tragedia, ha demostrado que el amor y la unión pueden superar incluso los momentos más oscuros.