La reciente presentación del proyecto de renaturalización en València ha captado la atención de la comunidad local y de expertos en medio ambiente. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, anunció una inversión de 150 millones de euros para transformar 1.500 hectáreas de terreno devastadas por la riada del 29 de octubre. Este ambicioso plan no solo busca restaurar el paisaje, sino también crear un espacio que funcione como un sistema de amortiguamiento para futuras inundaciones. La iniciativa se desarrollará en dos tramos principales: uno que abarca l’Albufera y el área metropolitana, y otro que se extiende desde el parque fluvial del Túria hasta el enclave forestal de la Vallesa, abarcando un total de 35 kilómetros.
El presidente Mazón describió el proyecto como «el parque de la esperanza», subrayando la importancia de recordar a las víctimas de la catástrofe. En este sentido, se contempla la posibilidad de construir un memorial en el nuevo parque, que servirá como un homenaje a quienes sufrieron las consecuencias de la riada. La intervención no solo tiene un enfoque ambiental, sino que también busca mejorar la calidad de vida de los más de dos millones de habitantes de la zona metropolitana de València, especialmente en l’Horta Sud, que es considerada una pieza clave para la reconstrucción.
### Un Proyecto Colaborativo para la Resiliencia Ambiental
El proyecto de renaturalización se ha gestado en colaboración con la Universitat Politècnica de València y el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM). La idea es crear un entorno que no solo frene la degradación paisajística, sino que también se adapte a los eventos meteorológicos cada vez más extremos que afectan a la región. La intervención busca implementar un efecto «esponja» que permita a la tierra absorber grandes cantidades de agua, reduciendo así el riesgo de inundaciones en el futuro.
Vicente Martínez Mus, conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, destacó la importancia de este proyecto, que se desarrollará en tres fases. La inversión se realizará a través de fondos públicos y privados, lo que demuestra un enfoque supramunicipal y coordinado por la Generalitat. Este esfuerzo busca garantizar la defensa de las 1.500 hectáreas y proporcionar un entorno ambiental integrado que beneficie a la población local.
El conseller también hizo hincapié en la necesidad de un apoyo económico más robusto por parte del Gobierno de España, señalando que la Generalitat ha estado trabajando prácticamente en solitario para llevar a cabo esta iniciativa crucial. La falta de recursos estatales ha sido un punto de crítica por parte de Mazón, quien considera que la reconstrucción de la zona debería ser una cuestión de Estado, no de rivalidades políticas.
### Medidas de Adaptación ante el Cambio Climático
La intervención en el área metropolitana de València se enmarca en un contexto de emergencia climática, donde los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes. Durante la presentación, se mencionó que el 29 de octubre, el Ministerio de Transición Ecológica estimó que la cuenca del Júcar recibió más de 2.000 hectómetros cúbicos de agua en solo 24 horas, lo que subraya la necesidad urgente de medidas de adaptación.
El proyecto no solo se limita a la creación de un parque metropolitano, sino que también incluye la construcción de corredores territoriales que conecten l’Albufera, el parque del Túria y otros espacios naturales. Estos corredores integrarán elementos como enclaves forestales, láminas de agua y una ciclovía de 50 kilómetros, así como la plantación de 100.000 árboles y la creación de 800 hectáreas de praderas. La idea es que estos espacios no solo sirvan como áreas recreativas, sino que también actúen como barreras naturales contra futuras inundaciones.
La intervención se complementará con las obras de canalización que se están llevando a cabo en el barranco del Poyo y de la Saleta, lo que permitirá una gestión más eficiente del agua en la región. Raúl Mérida, secretario autonómico de Medio Ambiente, enfatizó que el objetivo es transformar la inseguridad que ha generado la dana en seguridad para las personas y las actividades empresariales que se desarrollan en la zona.
El proyecto de renaturalización en València representa un paso significativo hacia la creación de un entorno más resiliente y sostenible. Con una inversión considerable y un enfoque colaborativo, se espera que esta iniciativa no solo restaure el paisaje, sino que también mejore la calidad de vida de los habitantes y proteja la región de futuros desastres naturales.