El municipio de Torrent ha dado la bienvenida al nuevo año escolar con la apertura de las aulas del CEIP Juan XXIII, un centro educativo que se ha convertido en un referente en la ciudad. Este año, el colegio recibe a cientos de alumnos de Infantil y Primaria, quienes han comenzado el curso con la ilusión y el entusiasmo característicos del primer día de clase. Sin embargo, este inicio ha estado marcado por una situación particular: la pasarela peatonal de acceso al centro, que sufrió graves daños a causa de la reciente dana, se encuentra actualmente en fase de construcción.
Conscientes de la importancia de garantizar la seguridad de los escolares y la tranquilidad de las familias, el Ayuntamiento de Torrent ha implementado un plan de transporte alternativo. Este plan incluye un servicio de autobuses discrecionales que ha comenzado a operar desde primera hora de la mañana, trasladando a los alumnos hasta el colegio. La Policía Local también ha estado presente para colaborar en las labores de seguridad, asegurando que el inicio del curso se desarrollara sin contratiempos.
La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, ha expresado su compromiso con la seguridad de los estudiantes, afirmando que «hemos querido que el curso escolar en el CEIP Juan XXIII arranque con la misma ilusión de siempre, pero también con la tranquilidad y seguridad de las familias, sabiendo que sus hijos cuentan con un transporte seguro al colegio». En total, dos autobuses han prestado servicio en esta primera jornada escolar, partiendo desde la Escuela Infantil de Primaria Juan XXIII, ubicada en la esquina con la calle Valencia, hasta las instalaciones del colegio.
Este servicio no es parte de la línea regular de autobuses, sino que ha sido habilitado específicamente para los alumnos del centro, tal como lo solicitaron los padres a la alcaldesa. En esta primera jornada, un total de 99 alumnos de Primaria, desde primero hasta sexto, han utilizado el servicio especial de transporte, garantizando así su traslado seguro y puntual al centro educativo.
Además de los autobuses, el dispositivo de seguridad incluye la presencia de monitores escolares, contratados por el Ayuntamiento, que acompañan a los menores en cada trayecto y velan por su seguridad durante los desplazamientos. Esta medida ha sido muy bien recibida por los padres, quienes valoran la confianza y el control que aporta en los traslados de sus hijos.
Durante la recogida de los alumnos, dos agentes de la Policía Local han colaborado en el operativo, regulando el tráfico y garantizando el acceso seguro al colegio. La coordinación entre la Policía Local, el Ayuntamiento, el profesorado y las familias ha permitido que la llegada de los alumnos se haya desarrollado con total normalidad, evitando aglomeraciones y posibles incidencias. El trayecto de los autobuses escolares ha transcurrido a través del recientemente inaugurado puente de Alaquàs, una infraestructura clave para mejorar la movilidad en esta zona.
Adicionalmente, la Consellería ha habilitado un paso peatonal alternativo por la calle Maestro Fortea, que puede ser utilizado por aquellas familias que prefieren acompañar a sus hijos a pie hasta el centro educativo. Esto garantiza diferentes opciones de acceso seguras al colegio, lo que contribuye a la tranquilidad de los padres.
La alcaldesa Folgado ha destacado que «la prioridad del Ayuntamiento es que todos los alumnos del Juan XXIII comiencen el curso con total seguridad. Aunque la pasarela no esté todavía finalizada, hemos puesto a disposición todos los recursos y hemos escuchado a las familias, para garantizar que los niños y niñas acudan a clase con todas las garantías de seguridad». Desde el principio, se han buscado soluciones inmediatas que aseguren la tranquilidad de las familias y el bienestar de los alumnos.
El CEIP Juan XXIII ha iniciado sus clases en un ambiente de entusiasmo y reencuentro. Los más pequeños han llenado de vida las aulas, reencontrándose con sus compañeros y estrenando material escolar. A pesar de las obras en el entorno del centro, el curso comienza con las máximas garantías educativas y de seguridad. Folgado ha subrayado que «el Ayuntamiento está volcado en ofrecer las mejores condiciones a los alumnos del Juan XXIII. La pasarela será una mejora muy significativa y definitiva en la seguridad de los accesos, pero mientras tanto, este servicio de transporte especial asegura que el curso arranque sin complicaciones y con toda la confianza de las familias».
El Ayuntamiento de Torrent mantiene un contacto permanente con la dirección del centro para evaluar el funcionamiento del transporte especial, que continuará activo mientras duren las obras de la pasarela, con la esperanza de que pronto se recupere la normalidad en el acceso al colegio.
