La política en la Comunitat Valenciana se encuentra en un momento de tensión, especialmente con la figura de Diana Morant, ministra y secretaria general del PSPV, en el centro del debate. Durante este mes de agosto, Morant ha intensificado su presencia en la región, aprovechando el parón político habitual para lanzar un discurso que ha generado reacciones encontradas, especialmente entre los miembros más críticos de Compromís. La coalición, que se define como nacionalista, verde y ecosocialista, ha visto cómo su discurso se ha polarizado en torno a la figura de Carlos Mazón, presidente del Consell, mientras que la figura de Morant ha comenzado a ser cuestionada por algunos de sus propios aliados.
La estrategia de Morant ha sido clara: criticar a Mazón y, al mismo tiempo, defender la postura del Gobierno de Sánchez en relación a la reconstrucción tras la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la Comunitat. Sin embargo, su defensa del Gobierno ha sido tan ferviente que ha generado malestar en el sector crítico de Compromís, que considera que la ministra está desviando la atención de los problemas reales que enfrenta la Generalitat. Este sector ha comenzado a cuestionar la coherencia de Morant, señalando que su discurso parece más alineado con la defensa del PSOE que con las necesidades de la Comunitat.
### La Respuesta de Compromís
El sector crítico de Compromís no ha tardado en responder a las declaraciones de Morant. Joan Baldoví, síndic de Compromís en Les Corts, ha centrado su discurso en la figura de Mazón, pero también ha dejado claro que la falta de apoyo del Gobierno central a la Generalitat es un tema que no se puede ignorar. En sus intervenciones, Baldoví ha mencionado la necesidad de que el Gobierno de Sánchez asuma su responsabilidad en la reconstrucción y ha criticado la falta de recursos que se han destinado a la Comunitat.
Francesc Gamero, exnúmero dos de Hacienda durante el Botánico, ha sido uno de los críticos más vocales, señalando que la Generalitat es la institución que debe ayudar a las víctimas de la DANA y que está infrafinanciada por el Gobierno. Gamero ha enfatizado que si se pide dinero para la reconstrucción, es porque los fondos que se han recibido hasta ahora son préstamos, lo que agrava aún más la situación financiera de la Comunitat.
Por su parte, Miquel Real, exjefe de gabinete de la consellera Oltra, ha recordado a Morant que el PSOE no siempre ha sido un aliado fiable para la Comunitat. Esta crítica resuena en un momento en que la coalición se enfrenta a la necesidad de aprobar un presupuesto, algo que se ha convertido en un tema candente en el debate político actual. La división dentro de Compromís se hace evidente, y la presión sobre Morant para que ajuste su discurso y sus prioridades se intensifica.
### La Batalla por el Presupuesto
El próximo desafío para el Gobierno de Sánchez y para la coalición Compromís es la aprobación del Presupuesto General del Estado. Este proceso se presenta como una prueba crucial para la estabilidad del Gobierno y para la cohesión de la coalición. Morant ha apelado a la responsabilidad de Compromís, sugiriendo que no se puede pedir más dinero sin la aprobación de los presupuestos. Sin embargo, esta postura ha sido recibida con escepticismo por parte de los críticos dentro de la coalición, quienes argumentan que la falta de apoyo financiero del Gobierno central ha sido un obstáculo constante para la Generalitat.
La situación se complica aún más por la percepción de que el discurso oficial de Compromís se ha centrado casi exclusivamente en atacar a Mazón, mientras que las críticas hacia el Gobierno de Sánchez han sido mínimas. Esta estrategia ha llevado a que algunos miembros de la coalición sientan que se está ignorando la realidad de la infrafinanciación y las necesidades urgentes de la Comunitat. La falta de un enfoque equilibrado en el discurso político podría tener repercusiones en la capacidad de Compromís para mantener su unidad y su relevancia en el panorama político valenciano.
En este contexto, la figura de Diana Morant se convierte en un punto de fricción. Su defensa incondicional del Gobierno de Sánchez ha generado descontento entre aquellos que consideran que la ministra debería ser más crítica con las políticas que afectan a la Comunitat. La tensión entre la necesidad de mantener una imagen de unidad en la coalición y la presión por abordar las preocupaciones legítimas de los ciudadanos se hace cada vez más evidente. La política en la Comunitat Valenciana se encuentra en un momento decisivo, y las decisiones que se tomen en las próximas semanas podrían tener un impacto duradero en el futuro de la coalición y en la relación entre el Gobierno central y la Generalitat.