La presa de Forata, ubicada en la cuenca del río Magro, se encuentra en un proceso de preparación para la llegada del otoño, tras haber enfrentado una de las peores tragedias naturales en la Comunitat Valenciana. La avenida del 29 de octubre de 2024 dejó un saldo devastador de 228 víctimas mortales y causó daños significativos en la región. Sin embargo, gracias a la existencia de esta presa, se logró mitigar el impacto de la crecida, evitando una catástrofe aún mayor.
La importancia de la presa de Forata radica en su capacidad para regular el flujo del agua y prevenir inundaciones. Durante la tormenta del pasado octubre, el embalse demostró su eficacia al laminar el caudal del río Magro, que alcanzó niveles críticos. En la actualidad, el embalse se encuentra en un proceso de ajuste de su capacidad de almacenamiento, con el objetivo de garantizar su funcionamiento óptimo durante los temporales de otoño.
### Preparación para el Otoño: Estrategias de Almacenamiento
Los embalses, como el de Forata, deben ajustar su capacidad de almacenamiento según las estaciones del año. En este sentido, es fundamental comprender la diferencia entre el máximo embalsable y el límite que se puede utilizar para cumplir con el resguardo estacional. En el caso de Forata, actualmente cuenta con 23,2 hectómetros cúbicos de agua de un total de 37 hectómetros cúbicos, pero se espera que este volumen se reduzca a aproximadamente 15 hectómetros cúbicos para el otoño.
Manuel Torán, director técnico de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), explica que las presas no pueden estar completamente llenas. En este momento, Forata se encuentra al 55% de su capacidad máxima, lo que representa el 70% del máximo estacional. Esta estrategia de almacenamiento es crucial para evitar desembalses técnicos que podrían comprometer la seguridad de la presa y la región circundante.
La preparación para el otoño no solo implica ajustar los niveles de agua, sino también llevar a cabo una serie de obras de emergencia en las inmediaciones del río Magro. Estas obras incluyen la adecuación del lecho del río, tareas de mantenimiento en la presa de Forata y la reparación del sistema de bombeo para la comunidad de regantes en Montserrat. Se espera que estas obras finalicen en junio de 2026, con la urgencia de restaurar el suministro de riego a los agricultores de la zona.
### Mantenimiento y Recuperación: Lecciones Aprendidas
Uno de los aspectos más críticos en la preparación de la presa de Forata ha sido el mantenimiento de su infraestructura. Tras la tragedia de octubre, se identificó que el muro de la presa había acumulado hasta 3 hectómetros cúbicos de sedimentos, lo que obstruyó las rejas de protección y comprometió su funcionamiento. A través de meses de trabajo de emergencia, se logró liberar las rejas y restaurar el abastecimiento habitual de agua.
La recuperación de la toma de riego fue esencial no solo para el funcionamiento de la presa, sino también para el bienestar de los agricultores de la región. La agricultura es una parte vital de la economía local, y la falta de suministro de agua podría haber tenido consecuencias devastadoras para las cosechas y la seguridad alimentaria de la comunidad.
Además de las obras de mantenimiento, la CHJ ha implementado un plan de monitoreo constante para evaluar la salud estructural de la presa y su capacidad para manejar futuras avenidas. Este enfoque proactivo es fundamental para garantizar que la presa de Forata siga siendo un bastión de seguridad frente a las inundaciones en la región.
La experiencia del pasado octubre ha dejado lecciones valiosas sobre la importancia de la gestión del agua y la infraestructura de control de inundaciones. La preparación para el otoño no solo se trata de ajustar los niveles de agua, sino también de aprender de los errores del pasado y asegurarse de que la comunidad esté mejor equipada para enfrentar futuros desafíos climáticos.
En resumen, la presa de Forata se está preparando para el otoño con un enfoque en la seguridad y la eficiencia. A medida que se llevan a cabo las obras de mantenimiento y se ajustan los niveles de agua, la comunidad puede sentirse más segura ante la llegada de las lluvias estacionales. La combinación de infraestructura adecuada y una gestión proactiva del agua son clave para proteger a la región de futuras tragedias naturales.