La sostenibilidad se ha convertido en un valor fundamental para la ciudadanía española y europea, según un reciente estudio del Pacto Mundial de la ONU. Este estudio, basado en 13,000 encuestas realizadas en 16 países europeos, revela que un 80% de los encuestados considera que el desarrollo sostenible debe ser una prioridad en la agenda política. En España, este porcentaje asciende al 84%, lo que indica un fuerte compromiso con la sostenibilidad entre la población. Este consenso se observa en todos los grupos de edad, aunque los más jóvenes (de 18 a 44 años) son los que más insisten en la necesidad de priorizar la sostenibilidad, mientras que los mayores tienden a considerarla importante pero secundaria. Solo un pequeño porcentaje de la población cree que los gobiernos y la Unión Europea deberían enfocarse en otros temas.
El estudio también revela que un 87% de los españoles apoya la regulación de la actividad empresarial para garantizar la sostenibilidad. La media europea se sitúa en un 85%, pero hay diferencias significativas entre países. En el sur de Europa, como España, se observa un fuerte apoyo a la regulación, mientras que en el norte, como en Alemania y los Países Bajos, hay una tendencia hacia la flexibilidad. Este contraste es notable, con hasta 18 puntos de diferencia en el apoyo a la regulación entre ambos bloques. Además, un 75% de los encuestados cree que tanto los gobiernos como las empresas deberían destinar más recursos a la implementación de la Agenda 2030, un compromiso que en España se traduce en un 78% y un 77% respectivamente.
La ciudadanía está demandando una coherencia entre la política y la economía, exigiendo que ambas respondan a lo que consideran urgente. Cristina Sánchez, directora Ejecutiva del Pacto Mundial de la ONU en España, enfatiza que la sostenibilidad no puede retroceder y que los gobiernos y las empresas deben cumplir con la confianza que la ciudadanía deposita en ellos. Este cambio en la percepción de la sostenibilidad se refleja también en los hábitos de consumo, donde el 80% de los europeos afirma tener en cuenta la sostenibilidad al tomar decisiones de compra, aunque solo un 27% lo hace de manera constante. En España, este criterio es especialmente relevante, lo que indica que la sostenibilidad se está convirtiendo en un factor determinante en la vida cotidiana de los ciudadanos.
A medida que la sostenibilidad se consolida como un valor central, las empresas enfrentan tanto oportunidades como desafíos. La mayoría de los europeos reconoce el papel relevante de las empresas en la construcción de un futuro sostenible, con un 47% de los encuestados considerando que tienen un impacto positivo en derechos laborales, derechos humanos y protección del medio ambiente. Sin embargo, la confianza disminuye en áreas como la lucha contra la corrupción, donde solo un 35% valora positivamente la contribución empresarial. A pesar de esto, un 70% de los europeos cree que la sostenibilidad es un motor de competitividad para las empresas.
El optimismo sobre el papel de la inteligencia artificial en la sostenibilidad también se refleja en el estudio, aunque con diferencias significativas entre países. Mientras que en Finlandia y Grecia, un alto porcentaje de la población ve la inteligencia artificial como una herramienta útil para avanzar en sostenibilidad, en Bulgaria la percepción es menos positiva. Sin embargo, este optimismo se ve empañado por la desconfianza hacia el compromiso real de las empresas líderes en sostenibilidad. Un 33% de los encuestados duda de que estas empresas estén verdaderamente comprometidas, temiendo que prevalezcan prácticas de greenwashing. En España, esta desconfianza es aún mayor, con un 40% de la población que no cree en la sinceridad de los compromisos sostenibles de las empresas.
La evolución de la percepción sobre la sostenibilidad y su integración en la vida cotidiana de los ciudadanos europeos y españoles es un reflejo de un cambio estructural en el mercado. La sostenibilidad ya no es un aspecto secundario, sino que compite con variables tradicionales como el costo y la conveniencia. Este cambio en la mentalidad de los consumidores está impulsando a las empresas a adaptarse y a considerar la sostenibilidad como un elemento clave en su estrategia de negocio. La presión de la ciudadanía y la necesidad de cumplir con las expectativas sociales están llevando a un cambio en la forma en que las empresas operan y se comunican con sus consumidores. La sostenibilidad se ha convertido en un imperativo que no solo afecta a las políticas gubernamentales, sino que también está transformando el panorama empresarial en Europa y España.