La tragedia que marcó la vida de Dolores Hervella y Secundino Alonso, padres de Iván Castaño, un joven de 36 años que perdió la vida en un accidente en la atracción conocida como ‘saltamontes’, ha dejado una profunda huella en su comunidad. Este suceso, ocurrido hace un año durante las fiestas de Matamá, ha impulsado a estos padres a convertirse en defensores de la justicia, no solo por su hijo, sino por todos aquellos que podrían verse afectados por la falta de regulación en las atracciones de feria.
La historia de Iván es la de un joven querido y respetado por todos. Sus padres lo describen como una persona generosa, siempre dispuesta a ayudar a los demás. Trabajaba en El Corte Inglés y había comenzado a reformar un nuevo piso, listo para iniciar una nueva etapa en su vida. Sin embargo, su futuro se truncó de manera trágica cuando, en la madrugada del 3 de agosto de 2024, un brazo de la atracción se desprendió, causándole la muerte. Este accidente ha dejado a sus padres con un dolor inimaginable, pero también con una determinación inquebrantable para buscar justicia.
### La búsqueda de justicia y la responsabilidad de las autoridades
Dolores y Secundino han decidido no quedarse de brazos cruzados. Se han personado como acusación particular en el Juzgado de Instrucción 3 de Vigo, donde se investiga el accidente. La pareja ha expresado su frustración por la falta de acción de las autoridades locales, que, según ellos, deberían haber tomado medidas para garantizar la seguridad en las fiestas. A pesar de que el Concello había desautorizado la atracción por no presentar la documentación necesaria, esta continuó operando, lo que, según los padres, es inaceptable.
El abogado de la familia, Carlos Pérez Parga, ha señalado que tanto el dueño de la atracción como el presidente de la comisión de fiestas están siendo investigados. Aunque el presidente no tenía la autoridad para cerrar la atracción, sabía que no contaba con el permiso del Ayuntamiento y, por lo tanto, debería haber alertado a la Policía Local. Esta falta de acción ha llevado a los padres a cuestionar la responsabilidad de las autoridades en la regulación de las atracciones de feria.
«No podemos permitir que esto vuelva a suceder. La normativa sobre espectáculos públicos debe ser clara y cumplirse rigurosamente. No debería haber tenido que morir alguien para que se tomen en serio estas regulaciones», afirma el abogado. Dolores y Secundino comparten esta preocupación, señalando que este verano, las atracciones en Vigo no han obtenido licencia para funcionar, lo que demuestra que la normativa se está aplicando ahora, pero no el año pasado.
### Recordando a Iván: un joven lleno de vida
Iván Castaño no solo es recordado por su trágica muerte, sino también por la vida vibrante que llevó. Sus padres lo describen como un amante del deporte y la naturaleza. Desde ir al gimnasio hasta disfrutar de días en la playa, Iván siempre buscaba la manera de disfrutar de cada momento. «El primer y el último rayo de sol de cada día eran para él, era feliz en el mar», recuerda su madre con una sonrisa melancólica.
La conexión de Iván con el mar era especial; nadar era una de sus pasiones. Sus padres rememoran con cariño las vacaciones familiares, los viajes al Algarve y las escapadas a su pueblo en O Bolo, donde Iván siempre encontraba alegría. La pérdida de su hijo ha dejado un vacío inmenso en sus vidas, pero también les ha dado un propósito: luchar por un cambio que evite que otras familias sufran lo que ellos han pasado.
La historia de Dolores y Secundino es un recordatorio de la importancia de la seguridad en eventos públicos y la responsabilidad de las autoridades para garantizarla. A medida que continúan su lucha por justicia, esperan que su experiencia sirva para crear conciencia sobre la necesidad de regulaciones más estrictas y un cumplimiento efectivo de las mismas. La memoria de Iván vive en cada paso que dan hacia adelante, en su búsqueda de justicia y en su deseo de que ningún otro padre tenga que enfrentar el dolor que ellos han soportado.