El conflicto en Oriente Próximo ha escalado nuevamente, con Israel intensificando su ofensiva sobre Gaza. Este artículo examina los últimos acontecimientos en la región, incluyendo las reacciones de actores clave y la situación humanitaria en el enclave palestino.
**Bombardeos y Pérdidas Humanas en Gaza**
Desde la madrugada del sábado, al menos 26 gazatíes han perdido la vida debido a los bombardeos israelíes, que han apuntado principalmente a viviendas familiares en el norte y centro de Gaza. Fuentes locales han confirmado que el Hospital Al Shifa reportó seis muertes en un ataque a la vivienda de la familia Bakr en el campo de refugiados de Al Shati, mientras que otros cinco fallecieron en un ataque a la casa de la familia Al Shurafa en el barrio de Rimal, donde al menos 13 personas permanecen atrapadas bajo los escombros. Esta situación ha generado una creciente preocupación por la crisis humanitaria en la región, donde las infraestructuras de salud y servicios básicos están al borde del colapso.
La Defensa Civil gazatí ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para que intervenga y detenga los ataques, que han dejado a miles de personas desplazadas y en condiciones críticas. La situación se complica aún más por la falta de acceso a suministros médicos y alimentos, lo que ha llevado a organizaciones humanitarias a advertir sobre una inminente catástrofe humanitaria.
**Reacciones de Irán y la Comunidad Internacional**
En medio de esta escalada, la Guardia Revolucionaria iraní ha reafirmado su apoyo a Hizbulá y a otros aliados en la región, en el contexto del primer aniversario de la muerte de su líder histórico, Hasán Nasrala. En un comunicado, la Guardia Revolucionaria declaró que su misión es continuar apoyando a los movimientos de resistencia en la región hasta la eliminación de la ocupación israelí. Este respaldo ha sido interpretado como un intento de Irán de consolidar su influencia en la región y de fortalecer la resistencia contra Israel.
Por otro lado, Irán ha llamado a consultas a sus embajadores en Alemania, Francia y el Reino Unido, en respuesta al restablecimiento de sanciones de la ONU. Este movimiento refleja la creciente tensión entre Irán y las potencias occidentales, especialmente en el contexto de su programa nuclear y su papel en el conflicto israelí-palestino.
La comunidad internacional también ha reaccionado ante la situación en Gaza. Doce países, incluyendo España, han acordado financiar a la Autoridad Palestina para ayudar a preservar su capacidad de gobernar y avanzar hacia una solución de dos Estados. Este esfuerzo busca abordar la crisis financiera sin precedentes que enfrenta la Autoridad Palestina, que se ha visto agravada por el conflicto actual.
**Manifestaciones y Movilizaciones Globales**
A nivel global, se han llevado a cabo manifestaciones en apoyo al pueblo palestino. En Melilla, una multitudinaria marcha convocada por la Coalición por Melilla (CPM) ha recorrido el centro histórico de la ciudad, exigiendo el fin del “genocidio” en Palestina. Los manifestantes han coreado consignas como ‘Palestina vencerá desde el río hasta el mar’ y ‘No es una guerra, es un genocidio’, reflejando el creciente clamor por la paz y la justicia en la región.
Además, la ONU ha incluido en su lista negra a varias empresas que operan en asentamientos israelíes considerados ilegales en Cisjordania. Entre ellas se encuentran compañías españolas como Ineco, ACS y CAF, lo que ha generado un debate sobre la responsabilidad empresarial en el contexto del conflicto.
**La Posición de Netanyahu y el Futuro del Conflicto**
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha mantenido una postura firme en su intervención ante la ONU, afirmando que Hamás y sus aliados son los enemigos de todos. Sin embargo, su discurso fue boicoteado por varias delegaciones, lo que ha sido interpretado como un signo del aislamiento internacional de Israel. Este boicot ha sido celebrado por Hamás, que lo considera una manifestación del rechazo global hacia las acciones de Israel en Gaza.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha insinuado que un acuerdo para la Franja de Gaza podría estar cerca, aunque no ha proporcionado detalles concretos. Esta declaración ha generado escepticismo entre analistas, quienes advierten que cualquier solución duradera requerirá un compromiso genuino de ambas partes y un enfoque integral que aborde las causas subyacentes del conflicto.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, y la comunidad internacional observa con preocupación cómo se desarrollan los acontecimientos. La combinación de bombardeos, reacciones políticas y movilizaciones sociales sugiere que el conflicto no solo es un problema regional, sino que también tiene implicaciones globales que requieren atención urgente.