La proliferación de apartamentos turísticos en València ha generado un creciente descontento entre los residentes, quienes se ven afectados por el ruido y la falta de control sobre estas propiedades. La situación se ha vuelto insostenible para muchos, como es el caso de una joven que vive en el barrio de Zapadores. Esta vecina ha denunciado que los inquilinos de un apartamento turístico cercano han estado organizando fiestas ruidosas a altas horas de la madrugada, lo que ha interrumpido su descanso y afectado su vida diaria.
### Impacto en la vida cotidiana de los residentes
La joven, que trabaja temprano en la mañana, ha expresado su frustración al tener que lidiar con el ruido constante de los turistas que, según ella, actúan como si estuvieran en un bar, sin considerar el bienestar de los vecinos. «La última moda de estos inquilinos es salir a la calle a cantar y bailar con altavoces a todo volumen», comentó. Este tipo de comportamiento no solo afecta su descanso, sino que también refleja una falta de respeto hacia la comunidad local.
La situación en Zapadores es un reflejo de un problema más amplio que enfrenta València. La ciudad ha visto un aumento significativo en la cantidad de apartamentos turísticos, muchos de los cuales operan sin las licencias adecuadas. Esto ha llevado a un sentimiento de impotencia entre los residentes, quienes sienten que sus quejas no son escuchadas ni atendidas por las autoridades locales. La joven mencionó que ha llamado a la policía en varias ocasiones, pero la respuesta ha sido insuficiente para abordar el problema de manera efectiva.
### La respuesta del Ayuntamiento y la regulación de apartamentos turísticos
A pesar de que el Ayuntamiento de València ha comenzado a tomar medidas contra los apartamentos turísticos ilegales, las sanciones impuestas hasta ahora son mínimas en comparación con la magnitud del problema. Desde que se le otorgaron competencias sancionadoras en febrero de 2025, solo se han impuesto siete multas a propietarios de apartamentos turísticos. Estas sanciones, que ascienden a un importe mínimo de 10.000 euros, han sido consideradas insuficientes por muchos residentes, quienes argumentan que la falta de control ha permitido que la situación se agrave.
La Policía Local ha abierto 389 actas de denuncia en lo que va del año, lo que indica que el problema es generalizado y que muchos residentes están dispuestos a alzar la voz. Sin embargo, el número de sanciones efectivas sigue siendo bajo en comparación con el número de quejas recibidas. En años anteriores, las cifras de denuncias eran aún más alarmantes, con 620 actas en 2022, lo que pone de manifiesto la creciente preocupación por el impacto de los apartamentos turísticos en la vida de los vecinos.
La nueva ordenanza de apartamentos turísticos, que ha sido presentada como la más restrictiva de España, busca regular este tipo de alojamientos y limitar su expansión en la ciudad. Sin embargo, la normativa también contempla la posibilidad de abrir 5.500 nuevos apartamentos en áreas que aún no se consideran saturadas. Esto ha generado un debate entre los residentes, quienes temen que la regulación no sea suficiente para proteger sus derechos y su calidad de vida.
Los vecinos de Zapadores y otras áreas afectadas por la proliferación de apartamentos turísticos continúan luchando por un equilibrio entre el turismo y la vida comunitaria. La situación actual plantea preguntas sobre cómo las ciudades pueden gestionar el crecimiento del turismo sin sacrificar la calidad de vida de sus residentes. A medida que València se convierte en un destino turístico cada vez más popular, la necesidad de una regulación efectiva y un enfoque equilibrado se vuelve más urgente. Los residentes esperan que sus voces sean escuchadas y que se tomen medidas concretas para abordar sus preocupaciones, garantizando así un entorno más armonioso para todos.