El fallecimiento de José Vicente González, un destacado empresario valenciano, ha dejado una profunda huella en el sector empresarial de la Comunidad Valenciana. A los 79 años, González, quien dedicó su vida a la metalurgia y a la representación empresarial, falleció el pasado sábado, dejando un legado que perdurará en la memoria de quienes lo conocieron y trabajaron a su lado.
**Trayectoria Profesional y Contribuciones al Sector Empresarial**
Nacido en València en 1946, José Vicente González se convirtió en una figura clave en la industria metalúrgica, liderando la Federación Metalúrgica Valenciana (Femeval) entre 2003 y 2005. Su carrera continuó en la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), donde desempeñó un papel crucial en la representación de los intereses de los empresarios de la provincia de Valencia desde 2005 hasta 2011. Posteriormente, asumió la presidencia de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval), que se disolvió en 2017, cediendo su lugar a la CEV, que ya operaba a nivel autonómico.
González también fue un pilar en Feria Valencia, donde ocupó la presidencia y continuó su labor incluso después de dejar la representación patronal. Su enfoque pragmático se reflejaba en su famosa frase: “Igual que hay que saber llegar, hay que saber irse”, la cual pronunció en 2019 al decidir no optar a la reelección. Además, su influencia se extendió a nivel nacional, donde fue vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
En el ámbito empresarial, González fue presidente y director general de GH Electrotermia y GH Group, una empresa con sede en València dedicada a la fabricación de equipos de calentamiento por inducción. A pesar de su jubilación en 2015, mantuvo acciones en la empresa durante varios años y presidió los consejos de administración de las filiales del grupo en países como Alemania, Francia, Brasil, México, India, Corea y China.
**Un Hombre de Diálogo y Progreso**
González era conocido no solo por su capacidad de trabajo, sino también por su carácter afable y su habilidad para conectar con las personas. Descrito como un ‘trabajador incansable’, su formación y su dominio de varios idiomas le permitieron establecer relaciones sólidas en el ámbito empresarial y político. Su admiración por Leonardo da Vinci, a quien consideraba un modelo a seguir por su versatilidad, reflejaba su deseo de innovar y contribuir al desarrollo de la industria.
Su voz siempre fue firme en la defensa de los intereses de los empresarios, y bajo su liderazgo, las organizaciones patronales adoptaron un enfoque más reivindicativo. González dedicó 15 años de su vida a diversas patronales, y su lema, “Soy empresario y los empresarios llevamos el optimismo en el ADN, si no, no saldríamos nunca de casa”, resonó entre sus colegas y seguidores.
A lo largo de su carrera, González mantuvo buenas relaciones con gobiernos de diferentes ideologías, lo que le permitió ser un puente entre el sector empresarial y la administración pública. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, fue uno de los primeros en rendir homenaje a su legado, destacando su capacidad para unir al empresariado y su compromiso con el diálogo social. Otros líderes políticos también expresaron su pesar, reconociendo su papel como un gran referente del empresariado valenciano.
González abogó por una reindustrialización de la economía valenciana, advirtiendo sobre los riesgos de depender exclusivamente del sector servicios. En una entrevista en 2020, ya retirado, manifestó su interés por dedicarse a causas sociales y ONG, reflejando su preocupación por el auge de los populismos y su deseo de contribuir al bienestar de la sociedad.
Su legado no solo se limita a sus logros empresariales, sino que también se extiende a su visión de un futuro donde la colaboración y el diálogo sean fundamentales para el progreso. Su enfoque en la responsabilidad social y su deseo de ver un cambio en el modelo de financiación de la Comunidad Valenciana son testimonio de su compromiso con el desarrollo sostenible y el bienestar de la región.
José Vicente González deja un vacío en la comunidad empresarial, pero su legado perdurará en las iniciativas que impulsó y en las relaciones que cultivó a lo largo de su vida. Su vida y obra son un ejemplo de dedicación y liderazgo en el ámbito empresarial, y su influencia seguirá siendo recordada por generaciones futuras.