La playa del Mareny de Barraquetes ha sido objeto de preocupación tras el cierre temporal debido a la contaminación fecal detectada en sus aguas. Esta situación, que se inició el 20 de junio, llevó al Ayuntamiento a tomar medidas inmediatas para identificar el origen del problema. La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio realizó un análisis que reveló que el agua no era apta para el baño, lo que obligó a cerrar la playa hasta el 22 de junio. Sin embargo, esta no es la única playa afectada en la Ribera, ya que otras como Motilla, Les Palmeres y El Perelló también han enfrentado cierres por motivos similares en las últimas semanas.
Para abordar esta problemática, el Ayuntamiento del Mareny de Barraquetes ha contratado a una empresa especializada en análisis de calidad del agua. El objetivo es establecer una serie de puntos estratégicos donde se realizarán muestreos para determinar el origen de la contaminación. El alcalde, Jordi Sanjaime, ha enfatizado la importancia de identificar a los responsables, afirmando que «quien contamina, debe pagar y asumir las consecuencias». Además, ha manifestado su intención de denunciar cualquier delito ecológico que se descubra durante la investigación.
La situación es alarmante, ya que la contaminación en las playas puede tener graves repercusiones en la salud de los bañistas. Sanjaime ha expresado su preocupación por la repetición de episodios similares en la costa, lo que podría afectar la imagen turística de la zona. En caso de que se detecten nuevos episodios de contaminación, el Ayuntamiento ha establecido que los análisis se realizarán con rapidez, con resultados disponibles en menos de 30 horas.
Un aspecto relevante que ha surgido en las discusiones sobre la contaminación es la relación con el cultivo del arroz en la región. Tras una reunión con la Dirección de Calidad y Educación Medioambiental, el Ayuntamiento ha aclarado que la contaminación no está vinculada a estas prácticas agrícolas. Según las autoridades, los sedimentos del cultivo son beneficiosos para la regeneración de la playa y no contribuyen a la contaminación fecal.
La playa de Motilla, situada en el término municipal de Sueca, ha sido la más afectada este verano, manteniéndose cerrada durante un período prolongado tras la detección de altos niveles de contaminación microbiológica. El 10 de julio se prohibió el baño en varias playas, incluyendo Motilla, Les Palmeres, La Llastra y El Perelló, debido a que los niveles de bacterias superaban los límites permitidos. Aunque la mayoría de las playas pudieron reabrir al día siguiente, Motilla tuvo que permanecer cerrada durante cinco días adicionales, lo que ha generado inquietud entre los residentes y turistas.
La preocupación por la calidad del agua en las playas de la Ribera no es un fenómeno aislado. En julio, la Conselleria de Medio Ambiente también ordenó el cierre temporal de la playa del Marenyet en Cullera, así como de otras playas en Tavernes de la Valldigna, Xeraco y Daimús, debido a la detección de parámetros bacterianos por encima de los valores recomendados. Estos incidentes han resaltado la necesidad de un monitoreo constante y efectivo de la calidad del agua en las playas, especialmente durante la temporada alta de turismo.
El Ayuntamiento del Mareny de Barraquetes ha manifestado su compromiso con la preservación del medio ambiente y la salud pública. Sanjaime ha reiterado que se están tomando todas las medidas necesarias para garantizar que la playa esté en condiciones óptimas para los bañistas. La administración local está decidida a actuar con firmeza ante cualquier indicio de contaminación y a aplicar las sanciones pertinentes a los responsables.
La situación actual en las playas de la Ribera es un recordatorio de la importancia de la vigilancia ambiental y la responsabilidad colectiva en la protección de los recursos naturales. La colaboración entre las autoridades locales, los expertos en medio ambiente y la comunidad es esencial para abordar estos desafíos y asegurar que las playas sigan siendo un lugar seguro y saludable para todos. La investigación en curso en el Mareny de Barraquetes es un paso crucial hacia la identificación y resolución de los problemas de contaminación que afectan a la región.