Las recientes lluvias torrenciales en la Marina Alta han puesto de manifiesto una vez más las deficiencias estructurales del Hospital de Dénia, que se ha visto gravemente afectado por inundaciones en su Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Este incidente, que ha obligado a cerrar dos boxes de la UCI, ha generado una gran preocupación entre los pacientes y el personal sanitario, quienes se enfrentan a una situación caótica cada vez que las lluvias arrecian. La situación ha sido denunciada por el partido político Compromís, que ha compartido imágenes del hospital inundado y ha exigido una respuesta urgente del gobierno regional.
La cantidad de agua recogida en la zona del hospital alcanzó los 60 litros por metro cuadrado, lo que provocó que las ambulancias no pudieran dejar a los pacientes en las consultas externas debido al anegamiento del área. Carles Esteve, diputado de Compromís y portavoz de Sanidad en las Corts, ha criticado al gobierno del Partido Popular (PP) por su falta de acción ante este problema crónico. Según Esteve, la gestión de Ribera Salud, la antigua concesionaria del hospital, dejó a la institución en un estado de abandono, lo que ha llevado a que la infraestructura no reciba las reformas necesarias para solucionar sus problemas estructurales.
El diputado ha señalado que, tras la reversión del hospital a la gestión pública en febrero de 2024, el PP no ha tomado medidas para abordar las deficiencias que afectan a miles de pacientes en la comarca. «Cada vez que llueve, el Hospital de Dénia se convierte en un caos, poniendo en riesgo la seguridad de los pacientes y del personal sanitario», ha afirmado Esteve. La situación es insostenible y requiere atención inmediata por parte de las autoridades competentes.
### La Deuda de la Antiguo Concesionaria
Uno de los aspectos más preocupantes que ha salido a la luz es la deuda que dejó la antigua concesionaria, Ribera Salud. Compromís ha denunciado que la Generalitat solo exigió a la empresa una deuda de 56,8 millones de euros por liquidaciones hasta 2022, una cifra que se queda corta en comparación con los 107 millones que el gobierno del Botànic había calculado hasta 2020. Este hecho ha llevado a la formación política a acusar al gobierno de Mazón de perdonar más de 50 millones a Ribera Salud, lo que ha generado un gran malestar entre los ciudadanos y los trabajadores del hospital.
La falta de acción por parte del gobierno regional ha sido criticada no solo por Compromís, sino también por otros grupos políticos y ciudadanos que ven en esta situación una falta de compromiso con la salud pública. La infraestructura del hospital es vital para la atención de los pacientes en la Marina Alta, y su deterioro pone en riesgo la vida de muchas personas que dependen de sus servicios.
La situación del Hospital de Dénia es un reflejo de un problema más amplio que afecta a muchos hospitales en la Comunidad Valenciana, donde las infraestructuras sanitarias han sido descuidadas durante años. La falta de inversión en mantenimiento y mejoras ha llevado a que muchos centros de salud enfrenten situaciones similares, donde las lluvias y otros fenómenos meteorológicos pueden causar estragos en la atención sanitaria.
### La Urgencia de una Solución
La urgencia de una solución a los problemas estructurales del Hospital de Dénia es innegable. La comunidad local ha comenzado a movilizarse, exigiendo a las autoridades que tomen medidas inmediatas para reparar las deficiencias y garantizar la seguridad de los pacientes y del personal. La presión social está aumentando, y muchos ciudadanos están dispuestos a alzar la voz para que se escuchen sus demandas.
Es fundamental que el gobierno regional actúe con rapidez y eficacia para abordar esta crisis. La salud de miles de pacientes no puede estar en riesgo debido a la falta de atención a las infraestructuras sanitarias. La inversión en la mejora de los hospitales no solo es una cuestión de responsabilidad política, sino también un imperativo moral que debe ser atendido con la seriedad que merece.
El Hospital de Dénia es un ejemplo de cómo la falta de mantenimiento y la desatención pueden llevar a situaciones críticas que afectan a la salud pública. La comunidad espera que las autoridades tomen en serio este problema y trabajen para garantizar que incidentes como el de las recientes inundaciones no se repitan en el futuro. La salud y la seguridad de los ciudadanos deben ser la prioridad número uno de cualquier gobierno, y es hora de que se actúe en consecuencia.