Con la llegada del verano, las altas temperaturas no solo afectan nuestro bienestar físico, sino que también pueden tener un impacto significativo en nuestra salud mental. El calor extremo puede desencadenar o agravar diversas patologías psicológicas, como la ansiedad, los trastornos de la conducta alimentaria, las alteraciones del sueño y la obsesión por la imagen corporal. Reconocer estos síntomas y buscar apoyo profesional es fundamental para mantener un equilibrio emocional durante esta temporada calurosa.
### Efectos Psicológicos del Calor
El aumento de las temperaturas puede disminuir las emociones positivas y aumentar las negativas. Según el doctor Víctor Navalón, psiquiatra del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, el calor puede provocar irritabilidad, apatía, mal humor, confusión, estrés y desánimo. Un artículo de Psychology Today en español menciona que una revisión publicada en Health Science Reports en 2023 señala que el calor extremo puede aumentar la irritabilidad, la fatiga, los trastornos del sueño y la ansiedad, afectando significativamente el bienestar mental. Se estima que casi un 20% de la población se siente más irritada, fatigada y menos productiva durante las olas de calor.
La falta de sueño, exacerbada por las altas temperaturas, puede empeorar la ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo. Aunque el trastorno afectivo estacional se asocia comúnmente con el invierno, también puede manifestarse en verano. Este fenómeno, conocido como TAE de verano, afecta entre el 1% y el 10% de la población. Las noches calurosas dificultan el sueño, lo que puede afectar negativamente el estado de ánimo y la capacidad cognitiva. La falta de sueño puede agravar la depresión, la ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo, afectando profundamente la cognición.
### Estrés Térmico y su Relación con la Salud Mental
El estrés térmico es otro factor que puede influir en la salud mental durante los meses de calor. El doctor Navalón explica que nuestro cuerpo experimenta una serie de cambios debido al calor, que pueden generar síntomas similares a los de un ataque de pánico, como el aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, así como el incremento de los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto intensifica la ansiedad en muchas personas. Además, la deshidratación, común en verano, puede provocar mareos, confusión y fatiga, exacerbando los niveles de ansiedad.
La presión social por cumplir con estándares de belleza durante el verano también puede desencadenar o agravar trastornos alimentarios. La exposición del cuerpo en esta temporada y la necesidad de un físico perfecto pueden llevar a dietas estrictas y conductas restrictivas, especialmente entre mujeres jóvenes de entre 12 y 24 años. La exposición a cuerpos ideales en redes sociales puede aumentar la inseguridad y la ansiedad relacionada con la imagen corporal. Es crucial aceptar nuestro cuerpo y disfrutar del verano sin la presión de estándares de belleza inalcanzables.
### Aumento de Trastornos de Conducta en Niños y Adolescentes
Un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) analizó a más de 5,000 adolescentes en España y Países Bajos, revelando que la exposición prolongada a altas temperaturas se asocia con dificultades de atención y un aumento de la irritabilidad, especialmente cuando las temperaturas nocturnas dificultan el descanso. Las vacaciones de verano, al estar asociadas a la ausencia de normas y límites, pueden aumentar los trastornos de conducta en menores. La falta de rutina y la ausencia de acompañamiento diario pueden generar irritabilidad y conflictos familiares.
### Recomendaciones para Mantener el Bienestar Emocional
Para mitigar los efectos negativos del calor en la salud mental, el doctor Navalón recomienda mantener una rutina diaria que incluya horarios regulares para las comidas, el ejercicio y el sueño. Es fundamental mantenerse bien hidratado y seguir una dieta equilibrada. Practicar técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ser beneficioso para reducir el estrés y la ansiedad. Además, es importante buscar apoyo profesional si se experimentan síntomas de malestar emocional.
El calor puede desestabilizar a personas con trastornos afectivos, ansiedad o trastorno bipolar. También se ha observado un incremento en el consumo de alcohol durante las olas de calor, lo que puede agravar los síntomas en individuos con trastornos por uso de sustancias. Por lo tanto, es esencial estar atentos a nuestra salud mental y buscar ayuda cuando sea necesario, especialmente durante los meses más calurosos del año.