El presidente colombiano Gustavo Petro ha generado un gran revuelo en el ámbito internacional tras sus recientes declaraciones en la Asamblea General de la ONU, donde propuso la creación de un «ejército de la salvación» para liberar a Palestina. Esta propuesta ha sido recibida con críticas y apoyo, reflejando las tensiones actuales en la política internacional y la postura de Colombia en temas de derechos humanos y justicia global.
La controversia comenzó cuando Petro, al llegar a Bogotá, se pronunció sobre la revocación de su visa por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos, una acción que él considera un ataque a su libertad de expresión. En sus palabras, enfatizó que «la humanidad debe ser libre en todo el mundo» y que su condición de ciudadano europeo le otorga una perspectiva global sobre la libertad y los derechos humanos. Esta declaración se produce en un contexto donde las relaciones entre Colombia y Estados Unidos han estado tensas, especialmente en lo que respecta a la lucha contra el narcotráfico y la política exterior.
### Propuesta de un Ejército de Salvación
Durante su intervención en la ONU, Petro no solo criticó la política israelí, a la que calificó de «genocidio», sino que también instó a la creación de una fuerza armada internacional para proteger al pueblo palestino en Gaza. Esta propuesta, que se basa en la figura de la ONU conocida como ‘Uniting for Peace’, requiere el respaldo de dos tercios de los Estados miembros para ser implementada. Petro argumentó que las naciones que apoyen esta resolución tendrían la responsabilidad de contribuir con sus ejércitos a esta gran unidad, que busca hacer valer la justicia internacional.
La idea de un ejército internacional para intervenir en conflictos ha sido un tema polémico en la política global. Históricamente, tales intervenciones han sido objeto de debate, ya que pueden ser vistas como una violación de la soberanía nacional. Sin embargo, Petro defiende su propuesta como una necesidad urgente ante la crisis humanitaria en Gaza, donde miles de civiles han sido afectados por el conflicto.
### Reacciones y Consecuencias
Las reacciones a las declaraciones de Petro han sido diversas. Desde el gobierno estadounidense, el senador Marco Rubio calificó las acciones del presidente colombiano como «imprudentes e incendiarias», sugiriendo que su llamado a la desobediencia entre los soldados estadounidenses podría tener repercusiones graves. Esta respuesta del Departamento de Estado se produce en un momento en que las relaciones entre Bogotá y Washington se han visto afectadas por la decisión de Estados Unidos de «descertificar» a Colombia en su lucha contra el narcotráfico, un movimiento que Petro ha criticado fuertemente.
El presidente colombiano ha argumentado que su gobierno ha logrado incautar la mayor cantidad de cocaína en la historia del país, lo que contradice la justificación de la descertificación. Según Petro, esta medida es un reflejo de la política estadounidense, que a menudo ignora los logros de los países en desarrollo en favor de una narrativa que se ajusta a sus intereses geopolíticos.
Además, el ministro del Interior de Colombia, Armando Benedetti, también se pronunció sobre la revocación de la visa de Petro, sugiriendo que, en lugar de sancionar a Petro, deberían ser otros líderes, como el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, quienes enfrenten consecuencias por sus acciones.
La situación ha llevado a un aumento de las tensiones no solo entre Colombia y Estados Unidos, sino también en el contexto más amplio de la política internacional, donde el conflicto en Gaza sigue siendo un tema candente. Las manifestaciones de apoyo al pueblo palestino han crecido en varias ciudades, reflejando un creciente clamor por la justicia y los derechos humanos en la región.
En este contexto, la propuesta de Petro de un ejército internacional para proteger a los palestinos podría ser vista como un llamado a la acción para la comunidad internacional, instando a los países a tomar una postura más activa en la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, también plantea preguntas sobre la viabilidad y las implicaciones de tal intervención, así como sobre el papel de Colombia en la política internacional.
La situación sigue evolucionando, y las acciones de Petro en el ámbito internacional podrían tener un impacto significativo en su administración y en la política exterior de Colombia. A medida que las tensiones continúan, el mundo observa de cerca cómo se desarrollarán estos acontecimientos y qué repercusiones tendrán en la lucha por los derechos humanos y la justicia global.