La reciente decisión del Instituto Cervantes de cerrar su biblioteca en París ha generado un gran revuelo en el ámbito cultural y político. Este cierre no solo implica la pérdida de un importante centro de difusión de la lengua y cultura españolas, sino que también está vinculado a la compleja relación entre el Gobierno español y el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
### El Cierre de la Biblioteca Octavio Paz
Ubicada en la lujosa Avenida Marceau, la biblioteca Octavio Paz fue un referente para los hispanohablantes en la capital francesa. Con una colección de hasta 50,000 volúmenes, se trataba de la biblioteca más grande dedicada a la literatura en español en París. Sin embargo, en abril de este año, el Instituto Cervantes decidió cerrar sus puertas, dejando a muchos usuarios sin acceso a sus recursos.
La decisión de cerrar la biblioteca se produce en un contexto de cambio en la titularidad del edificio, que fue recuperado por el PNV a principios de año. A pesar de que existía un acuerdo que permitía al Instituto Cervantes seguir utilizando el inmueble hasta 2030, la entidad vinculada al Ministerio de Asuntos Exteriores optó por abandonar el lugar. Esta decisión ha sido interpretada como un movimiento estratégico en medio de las tensiones políticas entre el Gobierno español y el PNV.
El Instituto Cervantes ha manejado su mudanza con gran discreción, limitando la información disponible en su página web. Actualmente, la nueva sede del Cervantes se encuentra en la calle Quentin Bauchard, a solo cinco minutos a pie del antiguo local. En este nuevo espacio, se continuarán ofreciendo clases de español y otros talleres, aunque la pérdida de la biblioteca Octavio Paz representa un golpe significativo para la comunidad hispanohablante en París.
### La Historia del Palacete del PNV
El edificio que albergaba la biblioteca Octavio Paz tiene una rica historia que se remonta a la época del exilio del nacionalismo vasco durante el franquismo. Construido a finales del siglo XIX, fue adquirido en los años treinta por Marino de Gamboa Ucelay, un filipino de origen vasco. Durante la Guerra Civil, el Gobierno vasco, liderado por el lehendakari José Antonio Aguirre, se exilió en este inmueble, lo que le confiere un valor simbólico y emocional para el PNV.
Sin embargo, la historia del edificio ha estado marcada por la controversia. En 1951, el régimen de Franco logró que las autoridades francesas otorgaran la propiedad al Estado español, lo que ha generado un debate entre historiadores sobre si el inmueble debería pertenecer al PNV o al Gobierno vasco. A pesar de la controversia, el PNV ha mantenido una postura discreta desde que se consumó la operación política que permitió la cesión del palacete.
La entrega del inmueble ha sido objeto de críticas por parte de partidos de la oposición, como el PP y Vox, quienes consideran que se trata de un «regalo» del Gobierno de Pedro Sánchez a sus socios nacionalistas. Esta situación ha llevado a que el Tribunal de Cuentas se involucre en la fiscalización de la entrega, lo que añade una capa adicional de complejidad a la situación.
La retirada de la bandera española y la placa que identificaba al Instituto Cervantes en el edificio son gestos que simbolizan un cambio significativo en la relación entre el PNV y el Gobierno español. La decisión de cerrar la biblioteca y trasladar sus actividades a un nuevo local refleja no solo un cambio logístico, sino también un cambio en la narrativa cultural y política que rodea a la institución.
El futuro del palacete del PNV en París es incierto. Aunque no se ha especificado qué uso se le dará al edificio, su historia y su simbolismo continúan siendo relevantes en el contexto actual. La placa que recuerda la constitución del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo en 1949 sigue presente, evocando un pasado que, aunque distante, sigue influyendo en las dinámicas políticas contemporáneas.
La situación del Instituto Cervantes y su mudanza a una nueva sede en París es un reflejo de las complejas interacciones entre cultura, política y memoria histórica. A medida que el PNV toma posesión de un legado significativo, el futuro de la promoción de la lengua y cultura españolas en el extranjero se enfrenta a nuevos desafíos y oportunidades.