Las exportaciones de la Comunitat Valenciana han comenzado el año 2025 con un descenso significativo, según los últimos informes de la dirección territorial de Comercio. Este fenómeno se produce en un contexto donde los costos del transporte exterior, especialmente los fletes, continúan en aumento. La situación geopolítica actual, marcada por tensiones comerciales y conflictos internacionales, ha generado una incertidumbre que afecta directamente al transporte marítimo. En abril de 2025, el Valencia Containerised Freight Index (VCFI) mostró un incremento del 9,41% en comparación con el mes anterior, alcanzando un total de 2.243,84 puntos. Este aumento contrasta con la tendencia a la baja observada en marzo y refleja un crecimiento acumulado del 124,4% desde el inicio de la serie en 2018.
El subíndice correspondiente al Mediterráneo Occidental también experimentó un notable aumento del 24,68%, alcanzando 2.811,21 puntos, con un crecimiento acumulado del 181,12%. Este desempeño positivo se debe en gran parte al aumento en el transbordo de contenedores, que creció casi un 19% en comparación con el año anterior. Valenciaport, el puerto de Valencia, ha logrado capitalizar las crisis en otras rutas marítimas, como la del mar Rojo, que han desviado flujos de transbordo hacia sus instalaciones. Durante el año 2024, Valenciaport movió 5,4 millones de TEU (unidad de contenedor de veinte pies), lo que representa un incremento del 14,15% respecto al año anterior.
En el ámbito internacional, se observa que el VCFI ha tenido un comportamiento diferente al del Shanghai Containerized Freight Index (SCFI), que registró una ligera corrección del 3,5% en la tercera semana de abril. Esta discrepancia se debe a las diferencias en la metodología de ambos índices. Mientras que el SCFI se basa en tarifas spot de exportación desde Shanghái y es más sensible a cambios inmediatos del mercado, el VCFI ofrece una visión más estructurada y menos volátil, ya que se basa en contratos de exportación mensuales desde Valencia. A pesar de estas diferencias, ambos índices tienden a converger a medio plazo, ya que están influenciados por tendencias comunes en la cadena logística global.
La estabilidad operativa en el sector marítimo también ha sido un factor clave en este contexto. Según datos de Alphaliner, la flota inactiva de portacontenedores se ha mantenido en torno al 0,7% de la capacidad global, lo que equivale a 67 buques y aproximadamente 195.000 TEU fuera de servicio. Esta baja disponibilidad contribuye a mantener el equilibrio en el mercado y a sostener los niveles tarifarios.
**Innovaciones en la Terminal de València**
En un esfuerzo por adaptarse a las nuevas exigencias del mercado y contribuir a la sostenibilidad, la terminal de MSC en València ha iniciado un proyecto de descarbonización en colaboración con el fabricante de equipos industriales Kalmar. Ambas entidades han firmado un contrato para probar una ‘reachstacker’ eléctrica en un entorno real de operaciones. Esta máquina, que se utiliza para mover contenedores dentro de la terminal, comenzará sus pruebas en abril de 2025 y se extenderán hasta abril de 2026. Sven Valentin, director de la terminal, ha destacado que la terminal maneja más de un millón de contenedores al año, lo que justifica la implementación de esta tecnología innovadora.
Ignacio De Sebastián, senior manager de Kalmar en España y Portugal, ha afirmado que los resultados de las pruebas en otros puertos han sido positivos, lo que sugiere que la adopción de maquinaria eléctrica puede ser una solución viable para la descarbonización del sector. Esta iniciativa no solo busca mejorar la eficiencia operativa, sino también reducir la huella de carbono de las operaciones portuarias, alineándose con las tendencias globales hacia un transporte más sostenible.
El puerto de València, como uno de los principales nodos logísticos del Mediterráneo, se enfrenta a desafíos significativos en un entorno global cambiante. La combinación de factores económicos, geopolíticos y tecnológicos está moldeando el futuro del transporte marítimo en la región. A medida que las exportaciones se ven afectadas por la incertidumbre, la capacidad de adaptación y la innovación serán cruciales para mantener la competitividad de Valenciaport en el mercado global.