El Parque Nacional del Teide, una de las joyas naturales de España y el más visitado de Europa, está a punto de experimentar un cambio significativo en su gestión. Recientemente, el Consejo de la Red de Parques Nacionales ha dado su visto bueno al nuevo Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Teide, que sustituirá al anterior, vigente desde hace más de dos décadas. Este nuevo plan, elaborado por el Gobierno de Canarias y aprobado por el Cabildo de Tenerife, busca actualizar las pautas de conservación y uso del parque, que ha visto un aumento considerable en el número de visitantes en los últimos años.
### La Necesidad de un Nuevo Plan
La aprobación del nuevo PRUG se produce en un contexto donde el parque ha experimentado un crecimiento exponencial en el turismo. En 2024, más de 5,2 millones de personas visitaron el Teide, lo que ha generado una presión significativa sobre sus recursos naturales. Las tres carreteras que cruzan el parque registraron cerca de 1,4 millones de vehículos, lo que ha llevado a las autoridades a reconocer la necesidad de implementar medidas que garanticen la conservación del entorno.
El director general de Espacios Naturales y Biodiversidad del Gobierno canario, Miguel Ángel Morcuende, presentó el nuevo PRUG al Consejo de la Red de Parques Nacionales, destacando la importancia de actualizar un plan que se había quedado obsoleto desde su aprobación en 2002. La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, también participó en la reunión, subrayando la relevancia de este documento para la gestión del parque.
El nuevo PRUG no solo busca regular el acceso y uso del parque, sino que también se enfoca en la creación de un programa de movilidad sostenible que reduzca la masificación y el impacto ambiental. Este programa incluirá la implementación de aparcamientos disuasorios y un sistema de transporte público que facilite el acceso al parque sin depender del uso de vehículos particulares.
### Controversias y Oposición
A pesar del respaldo mayoritario del Consejo de la Red de Parques Nacionales, el nuevo PRUG ha enfrentado críticas y oposición por parte de varios colectivos ecologistas. Un total de 24 organizaciones, incluyendo Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife, han expresado su preocupación por lo que consideran una regresión en materia de conservación. En una carta dirigida al consejo, denunciaron que el nuevo plan prioriza la explotación turística sobre la conservación, poniendo en riesgo los valores biológicos y paisajísticos que han llevado al Teide a ser declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Los ecologistas argumentan que el nuevo PRUG transforma el Teide en un espacio de explotación comercial, relegando la conservación a un segundo plano. Durante la reunión del Patronato del Parque Nacional del Teide, varios representantes científicos y conservacionistas votaron en contra del plan, señalando que no era adecuado para proteger los valores del parque. Sin embargo, el Instituto de Astrofísica de Canarias, una de las instituciones científicas más relevantes de la región, votó a favor del PRUG, lo que ha generado un debate sobre las prioridades en la gestión del parque.
### Un Futuro Sostenible
El Gobierno de Canarias ha encargado al Cabildo de Tenerife la responsabilidad de desarrollar un programa de movilidad sostenible que aborde la presión que sufre el parque debido a la masificación. Este programa incluirá medidas como la creación de aparcamientos fuera del parque y la promoción del uso del transporte público, con el objetivo de reducir el número de vehículos particulares que acceden al Teide.
Además, se está considerando la implementación de una ecotasa para aquellos que utilicen el servicio de transporte colectivo, lo que podría ayudar a financiar las iniciativas de conservación y gestión del parque. Esta ecotasa se sumaría a la tarifa de 25 euros que se cobrará a partir de 2026 para acceder al pico del Teide, que se eleva a 3,715 metros sobre el nivel del mar.
El nuevo PRUG representa un paso importante hacia la gestión sostenible del Parque Nacional del Teide, pero también plantea desafíos significativos en términos de equilibrio entre conservación y turismo. A medida que se implementen las nuevas medidas, será crucial monitorear su efectividad y realizar ajustes según sea necesario para garantizar que el Teide siga siendo un lugar de belleza natural y biodiversidad, al tiempo que se satisfacen las necesidades de los visitantes y se protege el entorno.
