La política es un juego de estrategias, y en este contexto, los asesores juegan un papel crucial. Uno de los nombres que ha cobrado relevancia en la política valenciana es el de Josep Lanuza, un consultor que ha sido clave en la estrategia del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Lanuza, un exmiembro del PSPV, ha sido descrito como un experto en contramarketing y comunicación política, lo que le ha permitido desempeñar un papel fundamental en la gestión de crisis y en la creación de narrativas políticas.
### La Trayectoria de Josep Lanuza
Josep Lanuza no es un desconocido en el ámbito político. Su carrera comenzó en el PSPV, donde se desempeñó como concejal en el Ayuntamiento de Alboraia. Sin embargo, su paso por el partido no estuvo exento de controversias. En 2009, fue expulsado junto a otros concejales por tomar decisiones que desafiaban la autoridad del partido, lo que marcó un giro en su carrera política. A pesar de este tropiezo, Lanuza continuó su trayectoria y se convirtió en presidente del Consell de la Joventut de la Comunitat Valenciana entre 2003 y 2005, donde también enfrentó desafíos significativos, como los impagos del Consell de Francisco Camps.
Su experiencia en el ámbito juvenil y su capacidad para manejar situaciones complicadas le han permitido forjar una carrera como consultor político. Lanuza ha trabajado con algunos de los nombres más destacados en la política española, incluyendo a Aleix Sanmartín, conocido por su habilidad para ganar elecciones en circunstancias difíciles. Esta asociación ha sido fundamental para Lanuza, quien ha aprendido a diseñar estrategias que no solo buscan ganar elecciones, sino también desmovilizar al electorado contrario.
### Estrategias de Comunicación y Crisis
La llegada de Lanuza al equipo de Carlos Mazón ha coincidido con momentos críticos en la política valenciana, especialmente en la gestión de la crisis provocada por la dana. En este contexto, Lanuza ha sido el encargado de asesorar a Mazón sobre cómo comunicar y manejar la situación. Se le atribuye la responsabilidad de la narrativa que ha culpado a agencias estatales por las consecuencias de la dana, una estrategia que ha generado controversia y debate en la opinión pública.
Uno de los momentos más críticos ocurrió el 29 de octubre de 2024, cuando Mazón llegó al Centro de Coordinación de Emergencias de l’Eliana. En ese instante, Lanuza le informó sobre la gravedad de la situación, revelando que había muchas víctimas. Este tipo de información es crucial en la política, ya que la forma en que se comunica puede influir en la percepción pública y en la respuesta del gobierno ante una crisis.
Lanuza ha sido descrito como un «sherpa» en el ámbito de la crisis política, capaz de guiar a sus clientes a través de situaciones complejas. Su enfoque en el contramarketing y en la creación de campañas que buscan desincentivar el voto en la izquierda ha sido objeto de análisis y críticas. En 2019, se destapó una contracampaña diseñada por Lanuza para incentivar la abstención entre los votantes de izquierda, lo que demuestra su habilidad para manipular narrativas y crear divisiones en el electorado.
La influencia de Lanuza en la estrategia de Mazón es innegable. Su capacidad para anticipar los movimientos de los rivales políticos y su conocimiento de las tácticas de comunicación le han permitido posicionarse como un asesor clave en momentos de crisis. Sin embargo, su pasado en el PSPV y su enfoque en campañas controvertidas también han generado dudas sobre su ética y su compromiso con la transparencia en la política.
En un entorno político donde la percepción pública es fundamental, la figura de Josep Lanuza se presenta como un ejemplo de cómo los asesores pueden moldear la narrativa y la estrategia de los líderes políticos. Su experiencia y habilidades en comunicación política lo han convertido en un actor relevante en la política valenciana, aunque su legado y las implicaciones de sus estrategias aún están por verse.
 
									 
					