En los últimos años, València ha experimentado un notable aumento en los precios de los alquileres de pisos destinados a estudiantes. Según datos recientes, el costo de una habitación en un piso compartido ha pasado de 200 euros a 400 euros en solo cinco años, lo que representa un incremento alarmante que ha dejado a muchos estudiantes en una situación complicada. Este fenómeno se ha visto agravado por la escasez de viviendas disponibles, a pesar del aumento en la construcción de residencias universitarias.
La situación se ha vuelto crítica, especialmente con la llegada de la temporada de exámenes y la búsqueda de alojamiento por parte de nuevos estudiantes. La selectividad, que comienza en junio, marca el inicio de un periodo en el que muchos jóvenes buscan desesperadamente un lugar donde vivir durante su etapa universitaria. Sin embargo, las inmobiliarias advierten que este año la oferta es limitada, lo que complica aún más la búsqueda de un hogar.
### La Escasez de Viviendas y el Aumento de la Demanda
Vicente Díez, portavoz del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de València, ha señalado que, a pesar de que se han incrementado las camas en residencias universitarias, la demanda sigue superando la oferta. En la actualidad, València necesita 41.153 camas para estudiantes, pero solo cuenta con 4.800 plazas en residencias. Este desajuste ha llevado a un aumento del 15% en los precios de alquiler para el próximo curso académico, lo que representa un desafío significativo para los estudiantes que buscan alojamiento.
La situación se complica aún más con el creciente número de estudiantes internacionales que llegan a la ciudad. Desde 2019, el número de estudiantes del programa Erasmus ha aumentado un 10%, y València se ha convertido en un destino atractivo para estudiantes de diversas nacionalidades, lo que ha incrementado aún más la presión sobre el mercado de alquiler.
La falta de disponibilidad de habitaciones ha llevado a muchos estudiantes a permanecer en el mismo piso durante toda su carrera, lo que limita aún más las opciones para aquellos que buscan alojamiento. La tendencia actual muestra que los estudiantes están dispuestos a pagar más por un lugar donde vivir, lo que ha llevado a un aumento en la inversión en residencias estudiantiles. En 2024, la inversión en este sector alcanzó los 756 millones de euros, una cifra diez veces mayor que la del año anterior.
### Proyectos de Nuevas Residencias y el Futuro del Mercado
A pesar del aumento en la inversión en residencias, la oferta sigue siendo insuficiente para satisfacer la creciente demanda. En València, el Ayuntamiento ha otorgado licencias para más de 1.000 nuevas plazas en residencias desde julio de 2023. Entre los proyectos más destacados se encuentra una residencia promovida por Realia, que contará con 478 habitaciones y 620 plazas de alojamiento, y un proyecto del fondo de inversión Hines, que desarrollará 650 camas cerca de la Universidad Politécnica y el campus de Tarongers.
Sin embargo, las consultoras advierten que, a pesar de estos nuevos proyectos, la cifra de camas sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda. Actualmente, hay en marcha alrededor de quince residencias en València, que suman cerca de 3.000 camas, pero esto no es suficiente para satisfacer a los 505.000 estudiantes que, según el análisis de JLL, se vieron obligados a buscar alternativas de alojamiento en el pasado curso.
El interés por las residencias de estudiantes ha atraído a fondos de inversión de diversos países, incluyendo Reino Unido, Estados Unidos, Países Bajos y Alemania. El fondo PGGM de Países Bajos, por ejemplo, adquirió el gigante español de residencias de estudiantes Resa por 900 millones de euros en 2023, lo que refleja la creciente importancia de este sector en el mercado inmobiliario.
La situación actual en València es un reflejo de una crisis más amplia en el mercado de la vivienda, donde la demanda supera con creces la oferta. Los estudiantes, tanto nacionales como internacionales, se enfrentan a un panorama complicado en su búsqueda de alojamiento, lo que plantea interrogantes sobre el futuro del mercado de alquiler en la ciudad. A medida que la presión sobre el mercado continúa aumentando, será crucial encontrar soluciones que permitan a los estudiantes acceder a viviendas asequibles y adecuadas durante su etapa universitaria.