La reciente operación de la Policía Nacional, conocida como Spider, ha desarticulado una organización criminal que operaba en el Puerto de Valencia, dedicada a la introducción de cocaína desde Suramérica. Este cartel, que había logrado establecer un control significativo sobre el puerto, utilizaba métodos sofisticados para infiltrar a sus miembros en el entorno laboral del recinto portuario, lo que les permitía extraer cargamentos de droga con rapidez y eficacia.
### La Infiltración en el Puerto
El Cartel del Puerto de Valencia había tejido una red de corrupción que incluía a estibadores y personal del Centro Portuario de Empleo de Valencia (CPEV). Este organismo, que regula el acceso laboral a la estiba, fue infiltrado por miembros del cartel, quienes lograron colocar a sus narcos como estibadores. Esto les permitía no solo facilitar el acceso a los exámenes de ingreso, sino también manipular los cuadrantes de trabajo para que los miembros del cartel estuvieran disponibles cuando llegaban los contenedores con cocaína.
Además, la organización era capaz de falsificar excedencias para que los narcos detenidos pudieran regresar a sus puestos de trabajo tras cumplir condenas. La corrupción alcanzó niveles alarmantes, con la detención de un médico del CPEV acusado de falsificar resultados de análisis de orina, que se utilizan para detectar el consumo de drogas entre los estibadores. Esta situación evidenció la profundidad de la infiltración del cartel en el puerto, lo que dificultó las labores de investigación y control por parte de las autoridades.
La operación Spider, que culminó con la detención de 81 personas, incluyó a 17 trabajadores portuarios y a varios miembros de la organización que habían sido fundamentales en la introducción de más de 4.500 kilos de cocaína en el puerto. La policía utilizó ocho agentes encubiertos, quienes lograron penetrar en todos los niveles de la organización y desmantelar sus operaciones.
### La Estructura del Cartel
El Cartel del Puerto de Valencia estaba compuesto por dos redes criminales que operaban de manera conjunta, pero que también podían actuar de forma independiente. En la cúspide de estas organizaciones se encontraban dos portuarios, conocidos por su experiencia en el narcotráfico, quienes habían comenzado como simples trabajadores y habían escalado posiciones hasta convertirse en líderes del narcotráfico en la región.
La investigación reveló que estos líderes habían establecido conexiones con narcotraficantes internacionales, incluyendo a productores colombianos y albaneses, lo que les permitía negociar directamente con los jefes de los carteles en sus países de origen. Esta red de contactos no solo facilitó la introducción de la droga en Europa, sino que también les permitió mantener un control férreo sobre el puerto, asegurando que sus operaciones no fueran interrumpidas.
La Policía Nacional, en colaboración con la Fiscalía Antidroga, llevó a cabo una serie de registros en múltiples localidades, incluyendo Valencia, Castellón, Ibiza, Burgos y Algeciras, donde se encontraron importantes cantidades de dinero en efectivo, vehículos de lujo y otros bienes que se cree fueron adquiridos con las ganancias del narcotráfico. La magnitud de la operación, que involucró a más de 450 agentes, subraya la seriedad de la amenaza que representaba este cartel para la seguridad y la economía de la región.
La operación no solo se centró en la detención de los miembros del cartel, sino también en la identificación y recuperación de los activos obtenidos a través de actividades ilícitas. Hasta el momento, se han confiscado 350.000 euros en efectivo, así como una variedad de bienes de lujo, incluyendo vehículos y joyas, que reflejan el estilo de vida ostentoso de los líderes del cartel.
La complejidad de la investigación y la magnitud de la operación han puesto de manifiesto la necesidad de una vigilancia continua en el Puerto de Valencia, que es un punto estratégico para el tráfico de drogas en Europa. A pesar de que el cartel ha sido desarticulado, las autoridades han advertido que el narcotráfico sigue siendo un problema persistente en la región, y que se deben implementar medidas adicionales para prevenir futuras infiltraciones y garantizar la seguridad en uno de los puertos más importantes del país.