En un operativo conjunto de la Guardia Civil y la Policía Nacional, se ha desarticulado una organización criminal en Gandia que explotaba sexualmente a mujeres sudamericanas en situación de vulnerabilidad. La operación, que tuvo lugar el 6 de agosto de 2025, ha resultado en la detención de siete personas y la identificación de 38 potenciales víctimas, de las cuales seis ya han prestado declaración como testigos protegidos. Este golpe a la trata de seres humanos se produce tras una denuncia presentada en 2024 por una mujer que había sido víctima de esta red.
### Captación y Explotación de Víctimas
La investigación reveló que la organización se dedicaba a captar mujeres, principalmente de Colombia y Venezuela, tanto en sus países de origen como en España. Las víctimas eran atraídas con promesas de empleo y altos ingresos en el ejercicio de la prostitución, sin que se les informara de las condiciones reales a las que serían sometidas. Muchos de estos casos involucraban a compatriotas que actuaban como intermediarios, facilitando el contacto inicial y el traslado de las mujeres a España.
Una vez en el país, las víctimas eran llevadas a un piso de citas en Gandia, donde eran obligadas a trabajar las 24 horas del día, sin descanso. Se les prohibía negarse a atender a clientes y debían presentarse en ropa interior para que los clientes pudieran elegir. Además, eran forzadas a consumir drogas con los clientes para mantener un rendimiento óptimo y complacer sus demandas, lo que aumentaba los beneficios de la organización.
La organización tenía un sistema estructurado, donde diferentes niveles de miembros se encargaban de la captación, el traslado y la explotación de las mujeres. Este control férreo aseguraba que las víctimas no pudieran escapar ni rechazar los servicios que se les imponían. Las condiciones de vida eran deplorables, y las mujeres vivían en un estado constante de miedo y coerción.
### Investigación y Blanqueo de Capitales
La investigación no solo se centró en la explotación sexual, sino que también se descubrió que la organización estaba involucrada en actividades de blanqueo de capitales. A través de transacciones financieras sospechosas y el uso de criptomonedas, los miembros de la red intentaban ocultar el origen ilícito de sus ganancias. Las autoridades identificaron que el dinero obtenido de la prostitución era desviado a otros países, como Bulgaria, donde se adquirían bienes muebles e inmuebles.
Los detenidos, que incluyen a hombres de nacionalidades búlgara y rumana, así como a una mujer colombiana, enfrentan múltiples cargos, incluyendo organización criminal, trata de seres humanos, blanqueo de capitales y tráfico de drogas. Durante los registros realizados en el marco de la operación, se incautaron 15,870 euros en efectivo, varios teléfonos móviles, sustancias estupefacientes y otros elementos que evidencian la actividad delictiva de la organización.
La operación ha sido el resultado de un esfuerzo coordinado entre diferentes unidades de la Guardia Civil y la Policía Nacional, que han trabajado en conjunto para abordar la problemática de la trata de seres humanos y la explotación sexual en España. Este caso pone de manifiesto la necesidad de seguir combatiendo estas redes criminales que operan en la sombra, aprovechándose de la vulnerabilidad de las mujeres que buscan una mejor vida.
La lucha contra la explotación sexual y la trata de personas es un desafío continuo que requiere la colaboración de las autoridades, organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general. La identificación y protección de las víctimas es fundamental para desmantelar estas organizaciones y garantizar que quienes han sufrido estas atrocidades reciban la ayuda necesaria para reconstruir sus vidas.