La planta de Ford en Almussafes, Valencia, se enfrenta a un panorama complicado en el contexto de la industria automotriz. La implementación del ERTE RED ha sido un salvavidas para cerca de mil trabajadores que, de otro modo, habrían sido afectados por el último ERE. Sin embargo, esta medida ha llevado a que las paradas productivas se conviertan en una constante, afectando drásticamente la producción de vehículos en la planta. Hasta el 31 de julio, se prevé que la producción apenas alcance los 60,000 coches, lo que representa una caída significativa en comparación con los 120,000 coches fabricados en el mismo periodo del año anterior.
La situación se agrava por la reducción de modelos en producción. Desde la eliminación de la furgoneta Transit en abril de 2024, el Kuga se ha convertido en el único modelo que se sigue fabricando. Según datos del sindicato UGT, se estima que solo se producirán 60,895 unidades del Kuga en los primeros siete meses de 2024, lo que se traduce en una disminución del 25.17% en comparación con el año anterior. Este descenso es notablemente más pronunciado que la media de otras plantas españolas, que experimentan una caída del 7.4% hasta abril.
La planta de Almussafes, que cuenta con una plantilla de aproximadamente 4,200 empleados, ha programado hasta 52 días sin producción entre enero y julio, además de 15 días adicionales para la planta de motores. Esta situación ha llevado a una producción total de 81,388 vehículos en el primer semestre de 2024, lo que representa una diferencia de casi 21,000 coches respecto a las expectativas iniciales.
**Retos en la Suministración y Aranceles**
A medida que la planta se prepara para la llegada de un nuevo modelo multienergía en 2027, surgen múltiples interrogantes sobre la cadena de suministro. La elección de proveedores para las piezas del futuro vehículo es crucial y se espera que se tomen decisiones en los próximos meses. Carlos Faubel, presidente del comité de empresa de Ford Almussafes, ha señalado que se espera tener claridad sobre los datos de producción del nuevo modelo para finales de año. Sin embargo, la incertidumbre en torno a los mercados de venta y la capacidad de mantener la producción de 300,000 unidades anuales, como se había proyectado, es preocupante.
Además, la amenaza de un aumento en los aranceles por parte del presidente de EE. UU. podría complicar aún más la situación. La administración estadounidense ha considerado elevar las tarifas aduaneras sobre los automóviles importados, lo que podría impactar negativamente en las ventas y, por ende, en las expectativas de producción de Ford. Esta situación podría afectar no solo a la planta de Almussafes, sino también a la estrategia global de la compañía.
**Impacto en el Empleo y la Comunidad**
La incertidumbre en la producción y la implementación del ERTE RED han generado un clima de preocupación entre los trabajadores de Ford Almussafes. La reducción de la producción y las paradas constantes no solo afectan a los empleados directamente involucrados en la fabricación, sino que también tienen un efecto dominó en la comunidad local y en la industria auxiliar que depende de la planta. Con cerca de mil trabajadores salvados del desempleo gracias al ERTE, la situación sigue siendo precaria, y muchos temen que la falta de producción sostenible pueda llevar a más despidos en el futuro.
La comunidad local ha mostrado su apoyo a los trabajadores, pero la realidad es que la planta necesita una recuperación significativa en su producción para garantizar la estabilidad laboral y económica. La llegada del nuevo modelo multienergía es vista como una oportunidad para revitalizar la planta, pero la incertidumbre en torno a su producción y las condiciones del mercado hacen que el futuro sea incierto.
En resumen, Ford Almussafes se encuentra en un momento crítico. La implementación del ERTE RED ha proporcionado un alivio temporal, pero las caídas en la producción y la incertidumbre en la cadena de suministro y los aranceles plantean serios desafíos. La comunidad, los trabajadores y la dirección de la planta deben unirse para navegar por este periodo de transición y asegurar un futuro más estable para la industria automotriz en Valencia.
