La situación actual del mercado inmobiliario en la Comunitat Valenciana presenta un panorama complejo, marcado por la disponibilidad de terrenos y la creciente demanda de vivienda. Sareb, conocido como el ‘banco malo’, tiene en su poder una bolsa de suelo finalista que podría permitir la construcción inmediata de más de 20,000 viviendas. Sin embargo, la realidad es que muchos de estos terrenos no han llegado al mercado, lo que ha generado inquietudes entre los promotores y potenciales compradores.
### La Bolsa de Suelo de Sareb y sus Retos
Desde su creación hace más de una década, Sareb ha enfrentado el desafío de gestionar los activos tóxicos acumulados durante la burbuja inmobiliaria. A finales de 2024, se reportaron 986 suelos listos para construir 9,189 viviendas en Valencia, 1,064 terrenos para 9,152 inmuebles en Castellón y 507 solares para 1,805 pisos en Alicante. Sin embargo, a pesar de esta aparente abundancia de terrenos, muchos de ellos se encuentran en ubicaciones que carecen de demanda, lo que complica su comercialización.
Un estudio reciente realizado por el centro de investigaciones Funcas ha puesto de manifiesto que la falta de terrenos asequibles es uno de los principales obstáculos que enfrenta el sector. Los promotores han señalado que, aunque hay terrenos disponibles, estos no cumplen con las expectativas de precios que permitirían la construcción de viviendas accesibles para diferentes segmentos de la población. Esto ha llevado a que muchos proyectos se orienten hacia la gama alta, dejando de lado la necesidad de vivienda asequible.
La situación se agrava por la regulación estricta que enfrentan los bancos tras la crisis financiera. Estos ahora exigen ventas significativas de viviendas sobre plano antes de otorgar financiamiento, lo que limita aún más las posibilidades de los promotores para adquirir terrenos a precios razonables. La falta de suelo asequible ha llevado a una escasez en la producción de nuevas viviendas, lo que a su vez ha contribuido al aumento de los precios en el mercado inmobiliario.
### La Evolución de los Precios de la Vivienda
El precio medio de la vivienda nueva en la Comunitat Valenciana ha alcanzado cifras que no se veían desde 2008, situándose en 2,165 euros por metro cuadrado en junio de 2025. Este aumento del 4% en comparación con el semestre anterior y del 7.4% en términos anuales refleja un dinamismo notable en el mercado. Valencia se destaca como la capital con el mayor incremento en el precio de la vivienda nueva, con un aumento del 7.9%, superando la media nacional.
Este crecimiento en los precios se debe en parte a la escasez de oferta en el mercado. Con Sareb aún en posesión de muchos terrenos, la falta de nuevos desarrollos ha llevado a una competencia feroz por las pocas propiedades disponibles. Esto ha creado un círculo vicioso donde la demanda supera a la oferta, impulsando aún más los precios hacia arriba.
Además, el traspaso de solares a Sepes, la entidad pública de suelo y vivienda, podría cambiar el panorama. Se espera que Sepes reciba 40,000 viviendas ya terminadas y 2,400 suelos con capacidad para construir otras 55,000. Este traspaso, valorado en 5,900 millones de euros, tiene como objetivo colaborar en la generación de un parque estatal de vivienda de alquiler social o asequible. Sin embargo, la efectividad de esta medida dependerá de la rapidez con la que se puedan desarrollar estos proyectos y de la capacidad de Sepes para gestionar estos activos de manera eficiente.
El futuro del mercado inmobiliario en la Comunitat Valenciana está en un punto crítico. Con Sareb aún lidiando con la venta de terrenos y la presión de la demanda de vivienda, es esencial que se encuentren soluciones que permitan un equilibrio entre la oferta y la demanda. La colaboración entre entidades públicas y privadas será clave para abordar los desafíos actuales y garantizar que se construyan viviendas accesibles para todos los segmentos de la población. La evolución de este mercado en los próximos años será fundamental para determinar la dirección que tomará la vivienda en la región.