La 112ª edición del Tour de Francia continúa su emocionante recorrido, y la cuarta etapa, que abarca 174.2 kilómetros entre Amiens y Rouen, promete ser un verdadero desafío para los ciclistas. Con un terreno repleto de desniveles y cinco puertos de montaña, esta etapa no solo pone a prueba la resistencia física de los competidores, sino que también añade un elemento estratégico crucial en la lucha por el maillot amarillo.
### Un Comienzo Cauteloso en Amiens
La jornada comenzó con una salida neutralizada a través de las calles de Amiens, donde los ciclistas recorrieron más de 10 kilómetros antes de la salida oficial programada para las 13:35h. Este recorrido inicial, aunque tranquilo, sirvió como un momento de preparación mental para los ciclistas, quienes se enfrentan a un día lleno de retos. La Catedral de Amiens, una de las mayores iglesias góticas del siglo XIII, fue el telón de fondo de este inicio, añadiendo un toque histórico a la jornada.
A medida que la carrera avanzaba, los ciclistas se adentraron en un terreno sinuoso que se caracterizaba por constantes cuestas. Los primeros 125 kilómetros fueron descritos como un trámite correoso, donde los ciclistas debieron mantener la concentración y la energía, ya que el terreno no ofrecía respiro. Este tipo de recorrido es conocido por desgastar a los competidores, y los equipos debieron estar atentos a la estrategia a seguir para conservar fuerzas para los momentos decisivos.
### La Batalla por los Puntos y el Maillot de Lunares
Uno de los momentos más destacados de la etapa fue la lucha por los puntos en los puertos de montaña. En el primer y segundo puerto, ubicado en la localidad de Saine-Maritime, se estableció un sprint intermedio que se convirtió en el escenario de una intensa batalla. Tim Wellens, del UAE Team Emirates XRG, solicitó permiso a su equipo y al pelotón para intentar conquistar el único puerto de montaña, Mont Cassel, y así arrebatarle el maillot de lunares a su compañero de equipo, Tadej Pogacar. Este tipo de maniobras no solo son emocionantes para los aficionados, sino que también son cruciales para la estrategia de los equipos en la competencia.
Sin embargo, la etapa no estuvo exenta de contratiempos. Dos caídas ocurrieron durante el recorrido, la primera a 3 kilómetros de la meta y la segunda, más grave, a solo 300 metros. Estos incidentes resaltan la naturaleza impredecible del ciclismo, donde un momento de distracción o un pequeño error puede tener consecuencias significativas. A pesar de estos desafíos, los ciclistas continuaron luchando por sus posiciones, lo que demuestra la tenacidad y el espíritu competitivo que caracteriza a esta carrera.
### Un Sprint Final Sorprendente
La llegada a meta fue otro momento emocionante, con Tim Merlier del Soudal Quick-Step sorprendiendo a todos con un sprint impresionante. Merlier logró superar a Jonathan Milan, quien había sido el favorito para llevarse el triunfo y el maillot verde. Este tipo de finales emocionantes son lo que hacen del Tour de Francia una de las competiciones más seguidas y apreciadas en el mundo del deporte.
La etapa anterior, que tuvo lugar entre Valenciennes y Dunkerque, también dejó su huella, aunque de manera menos positiva. La caída y posterior abandono de Jesper Philipsen del Alpecin-Deceuninck eclipsó el sprint intermedio, recordando a todos que el ciclismo es un deporte de alto riesgo. Las malas noticias a menudo pueden eclipsar los momentos de gloria, y los equipos deben estar preparados para enfrentar tanto los triunfos como los fracasos.
### Clasificaciones y Perspectivas Futuras
La clasificación general del Tour de Francia se mantiene reñida, con Mathieu van der Poel liderando, seguido de cerca por Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard. La competencia por el maillot amarillo se intensifica con cada etapa, y los ciclistas deben estar en su mejor forma para enfrentar los desafíos que se avecinan. La etapa de hoy no solo es crucial para la clasificación general, sino que también es un testimonio de la resistencia y la habilidad de los ciclistas en un recorrido que combina belleza escénica con dificultades técnicas.
A medida que el Tour de Francia avanza, los aficionados esperan con ansias las próximas etapas, donde cada pedalada puede cambiar el rumbo de la competencia. La emoción, la estrategia y la resistencia son los pilares de esta gran carrera, y cada día trae consigo nuevas historias y desafíos que mantienen a todos al borde de sus asientos.