La situación de los docentes en la Comunitat Valenciana se ha vuelto crítica, especialmente para aquellos que enfrentan la difícil tarea de cuidar a sus hijos gravemente enfermos. Este es el caso de María, una profesora que ha tenido que lidiar con la enfermedad de su hija de tres años, quien requiere atención médica constante. La falta de permisos retribuidos por parte de la Conselleria de Educación ha generado un ambiente de incertidumbre y angustia entre los educadores que se encuentran en circunstancias similares.
La realidad es que María, como muchos otros docentes, ha solicitado un permiso que le permita cuidar de su hija, pero ha enfrentado retrasos significativos en la aprobación de su solicitud. A pesar de haber recibido un permiso en años anteriores, este año se ha visto obligada a dejar a su hija en manos de su madre, quien a sus 70 años también enfrenta problemas de salud. La situación es desgastante, tanto emocional como físicamente, ya que María trabaja en un instituto por las tardes, lo que le impide estar presente para su hija durante el día.
### La Demora en la Aprobación de Permisos
La Conselleria de Educación había prometido que los permisos serían resueltos antes del inicio del curso escolar, pero la realidad ha sido muy diferente. Según fuentes del departamento, la falta de presupuesto por parte de Hacienda ha sido la causa principal de estos retrasos. Actualmente, hay alrededor de 122 docentes que han solicitado permisos retribuidos que van del 50 al 99% de su jornada laboral, y muchos de ellos aún no han recibido respuesta.
Este problema no solo afecta a los docentes, sino también a las familias que dependen de su apoyo. María ha expresado su frustración, afirmando que la situación es insostenible y que, si no se resuelve pronto, muchos profesores se verán obligados a solicitar bajas laborales. La angustia de no poder cuidar de su hija mientras ella se encuentra en el hospital es una carga emocional que pesa sobre su salud mental.
La falta de información por parte de la Conselleria ha dejado a las familias en un estado de incertidumbre. A pesar de que se han hecho promesas de que los permisos se resolverían, la realidad es que muchos docentes han tenido que recurrir a sus médicos para obtener bajas por estrés y ansiedad, lo que a su vez agrava la situación en los centros educativos.
### Impacto en la Educación y el Bienestar de los Estudiantes
La falta de docentes en las aulas debido a estas bajas no solo afecta a los profesores, sino que también tiene un impacto directo en la calidad de la educación que reciben los estudiantes. Con un número creciente de profesores que no están disponibles, los centros educativos se enfrentan a un vacío que no puede ser cubierto adecuadamente. Esto ha llevado a que algunos alumnos se queden sin clases desde el inicio del curso escolar, lo que es inaceptable para muchas familias.
María ha señalado que la situación es preocupante, ya que no solo se trata de su hija, sino de todos los estudiantes que merecen una educación de calidad. La falta de sustituciones para cubrir las bajas de los docentes ha creado un caos en la organización escolar, lo que ha llevado a una sensación de abandono tanto entre los educadores como entre los alumnos.
La presión sobre los docentes que aún están en las aulas es inmensa. Muchos de ellos se sienten abrumados por la carga de trabajo adicional y la responsabilidad de mantener la calidad educativa en un entorno tan desafiante. La ansiedad y el estrés se han convertido en compañeros constantes, lo que ha llevado a algunos a buscar ayuda profesional para manejar su salud mental.
La situación actual plantea preguntas difíciles sobre cómo se gestionan los permisos y las bajas en el sistema educativo. Las familias y los docentes piden una respuesta más rápida y efectiva por parte de la Conselleria, así como una mayor transparencia en el proceso de aprobación de permisos. La sensación de abandono es palpable, y muchos se preguntan por qué, a pesar de cumplir con todos los requisitos, no reciben el apoyo que necesitan en momentos tan críticos.
La lucha de María y otros docentes en situaciones similares es un reflejo de un problema más amplio que afecta a la educación en la Comunitat Valenciana. La necesidad de un sistema más eficiente y comprensivo que priorice el bienestar de los docentes y sus familias es más urgente que nunca. La comunidad educativa espera que se tomen medidas para resolver esta crisis y garantizar que todos los niños y niñas reciban la atención y educación que merecen.
