En Santa Cruz de Tenerife, la preocupación por la limpieza y el civismo en las calles ha llevado a representantes de varias asociaciones vecinales a unirse para exigir mejoras en la gestión de estos servicios. En un encuentro reciente, líderes de comunidades como La Arboleda, Las Ramblas y La Muralla se reunieron para discutir las deficiencias en la limpieza y el comportamiento cívico de los ciudadanos, planteando soluciones y propuestas que buscan transformar la realidad de la capital tinerfeña.
La voz de los vecinos
Jesús Triana, portavoz de la asociación de vecinos La Arboleda, destacó que la limpieza en las calles de Santa Cruz es «mejorable». A su vez, Reynaldo González, representante del colectivo de Las Ramblas, señaló que aunque se han intensificado algunas acciones de limpieza desde que comenzaron a alzar la voz, los recursos siguen siendo insuficientes. «Pedimos más contenedores y papeleras, pero no llegan. La frecuencia de limpieza ha aumentado, pero no es suficiente», afirmó González.
Por su parte, Jaime Cambre, de la asociación de vecinos La Muralla, expresó que, aunque su zona es la que más se limpia, el balance general es que «necesita mejorar». Cambre también denunció el caos generado por las obras en la ciudad y la falta de respeto de algunos usuarios de bicicletas y patinetes que ignoran las señales de prohibición. La situación se complica aún más con el ruido de la maquinaria de limpieza, lo que lleva a los vecinos a solicitar que se realicen estas labores en horarios más adecuados.
Un llamado a la acción
Durante la reunión, los representantes vecinales acuñaron un lema que resume su queja: «A las aceras de Santa Cruz le falta un agüita y un escobillón». Este llamado a la acción refleja la necesidad de que las autoridades tomen en serio las demandas de los ciudadanos. González enfatizó que, a pesar del crecimiento de la ciudad, los recursos de limpieza no han aumentado en la misma proporción. La peatonalización ha duplicado el número de transeúntes, lo que requiere una mayor atención a las zonas más transitadas.
Además, Cambre hizo hincapié en la proliferación de discotecas en su área, lo que ha llevado a un aumento del ruido y ha afectado el descanso de los vecinos. Para mitigar esta situación, propuso la implementación de tecnología de ruidos blancos que ayude a reducir el impacto sonoro en las viviendas cercanas.
Recursos y sanciones
Los portavoces coincidieron en que la falta de recursos y el incivismo son problemas que deben abordarse de manera conjunta. González pidió una mayor presencia policial para hacer cumplir las normativas de limpieza, mientras que Triana sugirió que la educación cívica debe ir acompañada de sanciones efectivas. «¿Cómo aprendimos a llevar el cinturón de seguridad? Con sanciones», recordó.
La reciente subida de la tasa de basura, anunciada por el ayuntamiento, también ha generado críticas entre los vecinos. González y Cambre argumentaron que el aumento debería ajustarse al uso real del servicio y no a los metros cuadrados de las viviendas. Pedro García, anfitrión del encuentro, añadió que la responsabilidad no recae únicamente en la empresa encargada de la limpieza, sino también en la falta de civismo de algunos ciudadanos.
Contenedores y papeleras: una necesidad urgente
Silvia Barrera, de la asociación El Perenquén-Zona Urban, denunció que en los últimos meses se ha reducido el número de contenedores y papeleras, lo que ha llevado a la acumulación de basura en las calles. Un ejemplo alarmante fue el incendio en la calle Santiago Cuadrado, que afectó a un edificio tras la quema de contenedores. Barrera también señaló la falta de papeleras en calles como San José o Pérez Galdós, lo que agrava la situación de suciedad en la ciudad.
Triana, por su parte, hizo hincapié en la suciedad en la plaza de Fátima, donde la falta de civismo de algunos dueños de perros impide que los niños disfruten del parque infantil. La necesidad de campañas de concienciación ciudadana fue otro de los puntos discutidos, con Barrera reclamando que se retome la exigencia a los bares de colocar papeleras en las mesas, algo que ya no se cumple.
La importancia de la colaboración ciudadana
Los representantes vecinales también abogaron por la colaboración entre la administración y los ciudadanos para identificar problemas y buscar soluciones. Triana ofreció la colaboración de su asociación y de otros colectivos para trabajar en la mejora de los espacios públicos. «Detrás de un problema, siempre hay una solución», afirmó, destacando la importancia de la participación ciudadana en la búsqueda de respuestas a las necesidades de la comunidad.
La activista Silvia Barrera, sin embargo, rechazó la idea de sancionar a quienes no cumplen con los horarios de recogida de basura, abogando por acciones que incentiven la colaboración vecinal. La falta de respuesta a sus solicitudes en el pasado ha llevado a un desánimo en algunos vecinos, pero la esperanza de un cambio sigue presente entre aquellos que luchan por una Santa Cruz más limpia y cívica.