El debate de política general en Les Corts Valencianes ha captado la atención de la ciudadanía, no solo por los temas tratados, sino también por la atmósfera de tensión que se ha generado en torno a las intervenciones del presidente Carlos Mazón. Este evento, que se llevó a cabo el 23 de septiembre de 2025, se ha convertido en un escenario donde se han cruzado acusaciones, promesas y críticas, reflejando la polarización política actual en la Comunidad Valenciana.
### Un Discurso Lleno de Anuncios y Controversias
Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, comenzó su intervención con un enfoque en las víctimas de la dana, un desastre natural que dejó una profunda huella en la región. Anunció un paquete de medidas que incluye 30 millones de euros para la compra de viviendas, un cheque bebé para las familias afectadas y ayudas para material escolar. Sin embargo, a medida que avanzaba su discurso, la atención se desvió hacia otros temas más polémicos.
Mazón no dudó en atacar a la oposición, señalando la hipocresía del PSPV y Compromís en cuestiones como la vivienda y la gestión de la sanidad. En un momento dado, afirmó que «en ocho años cero viviendas sociales» y criticó la falta de acción del gobierno anterior. Este tipo de afirmaciones provocaron reacciones airadas desde la bancada socialista, que se sintió aludida por los comentarios del presidente.
El presidente también se refirió a la necesidad de un cambio en la Acadèmia Valenciana de la Llengua, proponiendo su renombramiento a Academia de la Llengua Valenciana. Esta propuesta ha sido vista como un intento de atraer el apoyo de Vox, un partido que ha ganado terreno en la política valenciana. Mazón argumentó que el cambio es necesario para recuperar el propósito original de la institución, que, según él, se ha desviado bajo el gobierno del Botánico.
### La Respuesta de la Oposición y el Clima de Tensión
La respuesta de la oposición no se hizo esperar. Los portavoces de los diferentes grupos políticos comenzaron a alzar la voz en defensa de sus posturas, pero el formato del debate, que favorecía al presidente, hizo que sus intervenciones fueran menos efectivas. La bancada socialista, por ejemplo, levantó carteles con el número de víctimas de la dana, intentando recordar a Mazón la gravedad de la situación que enfrentan muchas familias.
El clima de tensión se intensificó cuando Mazón se dirigió directamente a la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, cuestionando su currículum y acusando a otros miembros de la oposición de falsificar documentos. Este tipo de ataques personales, aunque pueden resonar con algunos votantes, también pueden resultar contraproducentes, ya que alimentan un ambiente de crispación que aleja a la ciudadanía de la política.
A medida que el debate avanzaba, se hizo evidente que Mazón estaba utilizando su tiempo para alargar su intervención, lo que le permitió establecer una narrativa en la que se posicionaba como el defensor de la libertad y la autonomía frente a lo que él denomina «la izquierda del odio». Este tipo de retórica, aunque puede ser efectiva en ciertos sectores, también puede resultar divisiva y polarizante.
El presidente también hizo hincapié en su compromiso con la reducción de la burocracia y la simplificación de procesos para ciudadanos y empresas, un tema que ha resonado con muchos valencianos que sienten que la administración pública es demasiado complicada. Sin embargo, la efectividad de estas promesas dependerá de su implementación real y de la capacidad del gobierno para llevarlas a cabo.
En resumen, el debate de política general no solo ha sido un escaparate de las políticas y propuestas de Mazón, sino también un reflejo de la tensión política que se vive en la Comunidad Valenciana. La polarización entre los diferentes partidos se ha hecho evidente, y las acusaciones cruzadas han dejado claro que el camino hacia las próximas elecciones estará marcado por la confrontación y el debate sobre la gestión de la crisis de la dana, así como otros temas candentes como la vivienda y la sanidad. La ciudadanía, por su parte, observa con atención, esperando que sus representantes encuentren soluciones efectivas a los problemas que les afectan directamente.