La reciente comparecencia de la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, ha puesto de relieve las deficiencias en el sistema de pulseras de protección para víctimas de maltrato. Este dispositivo, conocido como Sistema Cometa, ha sido objeto de críticas tras la revelación de fallos en su funcionamiento, lo que ha llevado a la delegada a pedir disculpas a las afectadas. La situación ha generado un intenso debate en el Congreso, donde la oposición ha cuestionado la eficacia del sistema y ha exigido responsabilidades al Gobierno.
### Fallos en el Sistema de Pulseras
Las pulseras antimaltrato han demostrado ser efectivas en la protección de mujeres, ya que desde su implementación no se ha registrado ningún asesinato de una víctima que estuviera bajo su resguardo. Sin embargo, la última memoria anual de la Fiscalía ha evidenciado problemas en la transmisión de datos judiciales, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de las víctimas. La delegada Martínez Perza ha aclarado que, a pesar de las brechas en el sistema, las 4.730 mujeres protegidas hasta el 31 de agosto no corrieron peligro, ya que los fallos solo afectaron el traslado de información y no la funcionalidad de las pulseras en sí.
El cambio de proveedor de servicios, de Telefónica a Vodafone, en noviembre de 2023, ha sido señalado como un factor que ha contribuido a estas deficiencias. A pesar de ello, Martínez Perza ha enfatizado que la situación ya ha sido corregida y que no se han producido excarcelaciones ni quebrantamientos de órdenes de alejamiento. Para mejorar el sistema, se han propuesto una serie de medidas, que incluyen una mejor coordinación entre los responsables del sistema y el Ministerio, así como la realización de reuniones periódicas e informes semanales.
### Medidas para Mejorar la Protección
La delegada ha anunciado que las próximas pulseras serán objeto de una nueva licitación en mayo, cuando finaliza el contrato actual. Entre las mejoras que se prevén para los nuevos dispositivos se encuentran la propiedad del Ministerio, la compatibilidad con el sistema existente, la imposibilidad de manipulación, la personalización del idioma y la creación de un espacio para recibir quejas. Además, se planea proporcionar una formación exhaustiva al personal encargado de atender las llamadas de las víctimas, asegurando así una respuesta adecuada y efectiva.
A pesar de los esfuerzos por mejorar el sistema, las críticas de la oposición han sido contundentes. Los partidos de la oposición, especialmente el Partido Popular, han acusado al Gobierno de poner en riesgo la vida de las víctimas de violencia de género. La ministra Ana Redondo fue reprobada en el Congreso, y desde el Partido Popular se ha exigido su cese, calificándola de «negligente» e «incompetente». La situación ha generado un clima de tensión política, donde la seguridad de las mujeres se ha convertido en un tema central de debate.
La delegada Martínez Perza ha reiterado su compromiso con la protección de las víctimas y ha instado a los diputados a presentar alternativas más eficaces si las tienen. Esta apertura al diálogo es un paso importante en la búsqueda de soluciones que garanticen la seguridad de las mujeres en situaciones de riesgo. Sin embargo, la desconfianza generada por los fallos en el sistema de pulseras plantea un desafío significativo que el Gobierno deberá abordar con urgencia.
La implementación de un sistema de protección efectivo es crucial en la lucha contra la violencia de género. Las pulseras antimaltrato son una herramienta valiosa, pero su eficacia depende de la correcta gestión y mantenimiento del sistema. La situación actual pone de manifiesto la necesidad de una revisión exhaustiva de los procedimientos y protocolos existentes, así como de una mayor inversión en recursos que aseguren la protección de las víctimas.
La sociedad espera respuestas claras y efectivas por parte de las autoridades, así como un compromiso real para erradicar la violencia de género. La protección de las mujeres debe ser una prioridad, y los fallos en el sistema de pulseras no deben ser un obstáculo para avanzar en esta lucha. La delegada ha expresado su deseo de que las futuras pulseras sean más seguras y efectivas, y es fundamental que se tomen las medidas necesarias para garantizar que esto se cumpla. La vida de muchas mujeres depende de ello.