En el ámbito de la medicina, especialmente en el área de cuidados paliativos, la dedicación y el compromiso de los profesionales son fundamentales para brindar una atención digna y compasiva a los pacientes en sus últimos momentos. Sin embargo, un reciente incidente en el Hospital de Cruces de Bilbao ha puesto de relieve las tensiones que pueden surgir entre la ética profesional y las normativas institucionales. Un médico de cuidados paliativos, Jesús Sánchez Etxaniz, ha sido amonestado por atender a una niña de cuatro años en fase terminal fuera de su horario laboral, lo que ha generado un intenso debate sobre la naturaleza del trabajo en este campo y el reconocimiento que reciben los profesionales de la salud.
La situación se desencadenó cuando el médico y su equipo decidieron acompañar a la menor en su domicilio durante noches, fines de semana y festivos, sin el reconocimiento oficial de Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud. La dirección del hospital justificó la sanción alegando que el médico estaba utilizando recursos del hospital fuera de su horario permitido. Sin embargo, muchos en la comunidad médica y diversas organizaciones han interpretado esta acción como una falta de reconocimiento al esfuerzo y compromiso del personal sanitario.
### La Respuesta de la Comunidad Médica
La presidenta de Arinduz, la sociedad de cuidados paliativos del País Vasco, Naomi Hasson, ha expresado su preocupación por la situación. En sus declaraciones, Hasson destacó que el agotamiento y la frustración son sentimientos comunes entre los profesionales de la salud dedicados a los cuidados paliativos. «Jesús Sánchez Etxaniz es un referente en los cuidados paliativos y lo está pasando muy mal en este momento. Sin embargo, este caso es solo la punta del iceberg. A pesar de que la situación ha mejorado en los últimos 25 años, el trabajo en paliativos sigue sin ser una prioridad en el sistema de salud español», afirmó.
La falta de reconocimiento hacia los profesionales de la salud en este ámbito es un tema recurrente. Muchos médicos y enfermeras que trabajan en cuidados paliativos a menudo se sienten desalentados por la falta de apoyo institucional y la escasez de recursos. La atención a pacientes en fase terminal requiere no solo habilidades médicas, sino también una gran empatía y dedicación, lo que hace que la falta de reconocimiento sea aún más dolorosa para quienes eligen esta especialidad.
### La Carta de Jesús Sánchez Etxaniz
En respuesta a la amonestación, Jesús Sánchez Etxaniz publicó una emotiva carta en su perfil de Facebook, donde compartió sus sentimientos de agotamiento y la necesidad de tomar un descanso. En su misiva, el médico argumentó que «la muerte en los niños no entiende de horarios» y que no es ético permitir que una familia desee que su hijo muera en casa, pero luego no brindarles la asistencia necesaria. «Desde el principio, decidimos prolongar de forma voluntaria la asistencia más allá de nuestro horario oficial en los finales de vida. Lo hemos hecho durante 13 años, y nunca nos lo han reconocido como trabajo», escribió.
La carta de Etxaniz ha resonado profundamente entre sus colegas y la comunidad en general, quienes han expresado su apoyo y solidaridad. Muchos han compartido sus propias experiencias de trabajar en condiciones similares, donde la dedicación a los pacientes a menudo se ve eclipsada por las restricciones administrativas y la falta de recursos.
La amonestación ha suscitado un debate más amplio sobre la necesidad de reformar el sistema de salud para garantizar que los profesionales de cuidados paliativos reciban el apoyo y el reconocimiento que merecen. La atención a pacientes en fase terminal no solo es un deber médico, sino también un acto de compasión que debe ser valorado y respaldado por las instituciones de salud.
En un momento en que la salud mental y el bienestar de los profesionales de la salud son más importantes que nunca, es crucial que se escuchen sus voces y se tomen medidas para mejorar las condiciones laborales en el sector. La historia de Jesús Sánchez Etxaniz es un recordatorio de que, detrás de cada decisión administrativa, hay seres humanos que dedican sus vidas a cuidar de los demás, a menudo enfrentándose a desafíos que van más allá de lo que se puede medir en horas de trabajo o recursos utilizados.