El 12 de octubre es una fecha emblemática en España, conocida como el Día de la Hispanidad, que conmemora la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492. Este año, la celebración se llevó a cabo en un ambiente de notable crispación política, lo que ha añadido un matiz especial a los actos conmemorativos. Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, presidieron el tradicional desfile militar en la Plaza de Neptuno, donde se reunieron casi 4,000 miembros de las Fuerzas Armadas, junto con diversas autoridades del Estado.
### Un Desfile Militar Impresionante
El desfile militar de este año fue un espectáculo impresionante que incluyó la participación de 3,847 militares, 229 caballos, 45 aviones, 29 helicópteros, 123 vehículos y 39 motocicletas. Este despliegue no solo mostró la fuerza y la preparación de las Fuerzas Armadas, sino que también sirvió como un recordatorio de la unidad y la historia compartida de España. Entre los momentos destacados, se encontraba la presencia de Baraka, el borrego de la Legión, que ha sido una figura icónica en estas celebraciones, y que este año volvió a captar la atención del público.
La Unidad Militar de Emergencias (UME) también tuvo un papel destacado, celebrando su 20 aniversario con una participación ampliada en los actos. Este refuerzo fue significativo, ya que la UME fue creada en 2005 para responder a catástrofes naturales y emergencias civiles, y su presencia en el desfile subraya la importancia de su labor en la sociedad española.
El desfile no estuvo exento de controversia. La participación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue recibida con pitidos por parte del público, reflejando la polarización política actual. La crispación se hizo evidente no solo en la tribuna de autoridades, donde algunos líderes políticos decidieron no asistir, sino también en las declaraciones de varios representantes de partidos de oposición que criticaron el significado del Día de la Hispanidad.
### Un Contexto Político Tenso
Este año, el Día de la Hispanidad se celebró en un contexto político marcado por la tensión y la división. La oposición, representada por partidos como Podemos y Bildu, ha cuestionado el significado de esta festividad, argumentando que representa un legado de colonialismo y opresión. Javier Sánchez Serna, diputado de Podemos, hizo un llamado a la autocrítica y a reconocer el sufrimiento causado por la conquista de América, lo que ha generado un debate intenso sobre la identidad nacional y la historia de España.
Además, la ausencia de líderes regionales, como los presidentes de Baleares y Murcia, quienes decidieron no asistir debido a la situación de emergencia provocada por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a varias regiones, también ha sido un tema de conversación. Esta decisión fue vista por algunos como un acto de protesta contra el Gobierno central, lo que refleja la fractura existente entre las distintas comunidades autónomas y el gobierno nacional.
La Princesa Leonor, quien asistió al desfile vestida con el uniforme de gala de alférez del Ejército del Aire, fue uno de los pocos símbolos de unidad en un evento que, de otro modo, estuvo marcado por la discordia. Su presencia representa la continuidad de la monarquía y su papel en la historia de España, aunque también ha sido objeto de críticas por parte de algunos sectores que cuestionan la relevancia de la monarquía en la actualidad.
En medio de este ambiente tenso, el desfile militar se convirtió en un escenario donde se entrelazaron la celebración de la historia y la cultura española con las realidades políticas contemporáneas. La ceremonia incluyó un homenaje a los que dieron su vida por España, un momento solemne que, aunque buscaba unir a la nación, también puso de relieve las divisiones existentes.
La nubosidad que afectó el desfile aéreo limitó la participación de los aviones, pero no impidió que los momentos más esperados, como el sobrevuelo con los colores de la bandera española, se llevaran a cabo. Este año, la Formación Mirlo, compuesta por instructores de vuelo, sustituyó a la Patrulla Águila, marcando un cambio significativo en las tradiciones aéreas del evento.
A medida que el desfile avanzaba, se hizo evidente que, aunque el Día de la Hispanidad es una celebración de la historia y la cultura, también es un reflejo de los desafíos actuales que enfrenta España. La combinación de un despliegue militar impresionante y un contexto político tenso ha hecho que este año sea particularmente memorable, dejando a la nación con mucho en qué reflexionar sobre su pasado y su futuro.