La piscina cubierta de Tavernes de la Valldigna ha sido un proyecto que ha enfrentado numerosos obstáculos desde su concepción. A pesar de que se esperaba que estuviera operativa hace más de una década, la realidad ha sido muy diferente. Recientemente, el ayuntamiento ha dado un paso significativo al licitar el proyecto para finalizar las obras, que se habían dejado en un estado de abandono durante años. Sin embargo, la historia de este recinto deportivo está lejos de ser sencilla y ha estado marcada por retrasos y complicaciones.
### Proceso de Licitación y Desafíos Administrativos
El ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna lanzó un proceso de licitación para completar las obras de la piscina cubierta, un proyecto que se había dado por finalizado hace 14 años, pero que en realidad nunca estuvo listo para su apertura. La estrategia adoptada por el departamento técnico y el de Obras fue dividir el proyecto en ocho lotes, con la esperanza de que empresas especializadas pudieran asumir las diferentes tareas pendientes. Sin embargo, de estos ocho lotes, cuatro quedaron desiertos debido a la falta de propuestas.
El total de la licitación asciende a 2,1 millones de euros, de los cuales 393.000 euros corresponden a los lotes que no recibieron ofertas. Las cantidades de estos lotes variaban entre 36.000 y 211.600 euros. A pesar de este revés, la parte más importante del proyecto, que incluye la obra general en el interior de las instalaciones, ha sido adjudicada a la empresa Gruexma SL por un monto superior a 870.000 euros.
La alcaldesa, Lara Romero, y el concejal de Obras Públicas, Josep Llàcer, han expresado su confianza en que la situación se resolverá pronto. La falta de ofertas no necesariamente implica un retraso en el inicio de los trabajos, ya que el ayuntamiento tiene la opción de adjudicar las obras mediante un proceso negociado sin publicidad, invitando a varias empresas a presentar sus propuestas.
### Planificación de la Instalación y Expectativas de los Vecinos
El actual proyecto para la piscina cubierta de Tavernes contempla la finalización de las obras para que el recinto sea funcional y pueda ofrecer servicios a la comunidad. Entre las modificaciones más destacadas se encuentra la eliminación de la zona de spa, que incluye la sauna y los baños turcos, y la creación de una tercera piscina de chapoteo destinada a clases para los más pequeños. Además, se prevé la reparación de las salas del primer piso, que han sufrido daños debido al abandono, aunque estas permanecerán diáfanas y sin equipar por el momento.
La gestión del centro deportivo será directa por parte del consistorio, que implementará una tasa pública para el uso particular de las instalaciones, así como para los cursillos y otras actividades. Esta decisión ha sido bien recibida por los vecinos, quienes han estado esperando la apertura de la piscina durante años. La comunidad ha mostrado un gran interés en que este proyecto finalmente se materialice, ya que representa una mejora significativa en la oferta de instalaciones deportivas en la localidad.
A pesar de los desafíos que ha enfrentado el proyecto, el ayuntamiento se muestra optimista y confía en que, una vez que se inicien los trabajos, no habrá más contratiempos. La historia de la piscina cubierta de Tavernes es un reflejo de la importancia de la planificación y la gestión adecuada en proyectos de infraestructura pública. La comunidad espera que esta vez, con la adjudicación de la obra a una empresa competente, se logre finalmente la apertura de un espacio que beneficiará a personas de todas las edades en el municipio.
La piscina cubierta de Tavernes de la Valldigna no solo es un proyecto deportivo, sino también un símbolo de la perseverancia de la comunidad y de las autoridades locales para ofrecer instalaciones adecuadas a sus ciudadanos. A medida que se avanza en la ejecución de las obras, los vecinos mantienen la esperanza de que este espacio se convierta en un lugar de encuentro y actividad para todos, cumpliendo así con las expectativas que se han generado a lo largo de los años.