Un grave accidente de autobús tuvo lugar el pasado domingo en la autovía C-32, a la altura de Santa Susanna, donde un vehículo que transportaba a aproximadamente 70 pasajeros volcó, dejando a muchos de ellos heridos y conmocionados. Los afectados fueron trasladados al polideportivo de Can Xaubet en Pineda de Mar, donde se habilitó un dispensario para atender a los heridos y proporcionar apoyo psicológico a quienes lo necesitaban.
Los relatos de los pasajeros son impactantes. Algunos mencionaron que el conductor del autobús parecía estar mareado antes del accidente, lo que podría haber contribuido a la pérdida de control del vehículo. Una joven de Oviedo compartió su experiencia, describiendo cómo salió volando y se golpeó contra las maletas y el portaequipajes. A pesar del dolor, se le informó que sus lesiones eran musculares. Sin embargo, no todos los pasajeros tuvieron la misma suerte; dos amigos de la joven fueron hospitalizados, uno con un hombro dislocado y otro con una posible fractura de pelvis. La joven relató que el autobús se desvió hacia el bosque, lo que pudo haber mitigado el impacto al caer por la cuneta, gracias a la maleza que había en la zona.
La alcaldesa de Pineda, Sílvia Biosca, aseguró que todos los pasajeros que se encontraban en el polideportivo estaban en buenas condiciones de salud y que, una vez que los servicios sanitarios lo indicaran, podrían continuar sus viajes o regresar a sus hogares. Entre los afectados había una mezcla de grupos de jóvenes y familias que regresaban de vacaciones o que planeaban pasar el día en Barcelona. La preocupación por las pertenencias personales, especialmente las maletas, era palpable entre los pasajeros, muchos de los cuales estaban ansiosos por recuperar sus cosas y volver a casa lo antes posible.
El accidente ha generado un gran revuelo en la comunidad, y las autoridades locales están llevando a cabo una investigación para determinar las causas exactas del vuelco. La seguridad en el transporte público es un tema de gran relevancia, y este incidente ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar los protocolos de seguridad y las condiciones de los conductores. En este sentido, se espera que se realicen auditorías y revisiones más exhaustivas para prevenir futuros accidentes.
La atención médica brindada en el polideportivo fue fundamental para los pasajeros que sufrieron lesiones leves. El Servei d’Emergències Mèdiques (SEM) actuó rápidamente, proporcionando atención inmediata y asegurándose de que todos los afectados recibieran el cuidado necesario. Además, se ofreció apoyo psicológico para ayudar a los pasajeros a lidiar con el trauma del accidente, un aspecto crucial en situaciones de este tipo.
La comunidad de Pineda de Mar ha demostrado su solidaridad al ofrecer recursos y apoyo a los afectados. El Ayuntamiento ha estado en contacto con las familias de los heridos y ha coordinado esfuerzos para garantizar que todos reciban la atención que necesitan. La alcaldesa Biosca ha expresado su compromiso de seguir apoyando a los afectados y sus familias en este difícil momento.
Este accidente es un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de la seguridad en el transporte. Las autoridades están trabajando para esclarecer los hechos y tomar las medidas necesarias para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. La comunidad se une en un esfuerzo por sanar y recuperarse, mientras que los pasajeros afectados continúan lidiando con las secuelas de esta experiencia traumática.
