La comarca de la Serranía, conocida por su predominancia del castellano, ha sorprendido a muchos al votar mayoritariamente por la educación en valenciano en una reciente consulta. Este hecho, que se produjo en febrero de 2025, ha generado un intenso debate sobre la política lingüística en la región y la respuesta de la Conselleria de Educación. A pesar de la clara preferencia de las familias por el valenciano, la administración educativa parece estar imponiendo el castellano en las aulas, lo que ha llevado a una creciente frustración entre padres y docentes.
La consulta, que se realizó en varias localidades de la Serranía, reveló que un 60% de las familias optaron por el valenciano en cinco de las seis unidades educativas. Sin embargo, la respuesta de la Conselleria fue inesperada: la mayoría de las aulas debían ser ofertadas en castellano. Esta decisión ha sido recibida con incredulidad y descontento, ya que contradice el deseo expresado por las familias en la votación.
### La Realidad de los Centros Rurales Agrupados
Los Centros Rurales Agrupados (CRA) enfrentan desafíos únicos en este contexto. A menudo, estos centros tienen que agrupar a estudiantes de diferentes niveles educativos, lo que complica la implementación de una lengua base estable. Por ejemplo, si un año entran varios alumnos que desean estudiar en valenciano, los docentes se preguntan cómo manejar el cambio de lengua en un entorno donde la matrícula puede variar significativamente de un año a otro.
Los educadores han expresado su preocupación por la falta de claridad y apoyo por parte de la Conselleria. Muchos sienten que la nueva ley de libertad educativa no ha tenido en cuenta las particularidades de los CRA, lo que ha llevado a una sensación de improvisación en la gestión educativa. La incertidumbre sobre cómo proceder con la lengua de enseñanza ha dejado a muchos docentes en una situación difícil, ya que deben adaptarse a decisiones que parecen cambiar constantemente.
Además, la crítica hacia la administración no solo se centra en la imposición del castellano, sino también en la falta de respeto hacia el proceso democrático que se llevó a cabo. Las familias se sienten frustradas al ver que su decisión no ha sido tomada en cuenta, lo que plantea preguntas sobre la validez de la consulta y el compromiso de la Conselleria con la voluntad de la comunidad.
### La Cultura y la Identidad en Juego
La elección del valenciano no es solo una cuestión de lengua; es también un reflejo de la identidad cultural de la comarca. Muchos padres y educadores argumentan que el valenciano es fundamental para transmitir la cultura y las tradiciones locales a las nuevas generaciones. En un contexto donde los medios de comunicación y la cultura popular están dominados por el castellano, la escuela se convierte en uno de los pocos espacios donde los niños pueden aprender y conectar con su herencia cultural.
La decisión de las familias de optar por el valenciano se basa en un deseo de que sus hijos conozcan y valoren su cultura. Sin embargo, la respuesta de la Conselleria ha generado un clima de desconfianza y descontento. Los docentes han señalado que la situación actual crea una polémica innecesaria y que, en lugar de fomentar un ambiente de aprendizaje inclusivo, se está generando un conflicto que podría perjudicar a los estudiantes.
La situación en la Serranía es un microcosmos de un debate más amplio sobre la educación y la lengua en España. A medida que las comunidades buscan equilibrar la diversidad lingüística con la necesidad de cohesión social, el caso de la Serranía destaca la importancia de escuchar y respetar la voz de las familias y educadores. La educación no debe ser solo un medio para transmitir conocimientos, sino también un espacio para cultivar la identidad y la cultura de una comunidad.
En este contexto, es crucial que la Conselleria de Educación reevalúe su enfoque y busque soluciones que respeten la voluntad de las familias. La educación en valenciano no solo es un derecho lingüístico, sino también una oportunidad para fortalecer la identidad cultural de la Serranía. La comunidad espera que se tomen decisiones que reflejen el resultado de la consulta y que se fomente un ambiente educativo donde todos los estudiantes puedan prosperar en su lengua materna.