La manifestación del Día del Orgullo LGBTIQA+ en Santa Cruz de Tenerife reunió a aproximadamente 1.200 personas el 28 de junio de 2025. Este evento, que se ha convertido en un símbolo de lucha y celebración, recorrió las principales calles de la capital tinerfeña bajo el lema «Frente al fascismo que resurge, orgullo que resiste». La marcha fue encabezada por Marcela Rodríguez, una destacada activista trans que ha estado al frente de las primeras manifestaciones del Orgullo en la isla desde 1978. Su presencia no solo simboliza la continuidad de la lucha por los derechos LGBTIQA+, sino también la necesidad de recordar el pasado y seguir adelante en la defensa de las libertades.
La manifestación comenzó en la plaza Weyler, donde los organizadores esperaron a que más personas se unieran antes de iniciar el recorrido. A pesar de las preocupaciones iniciales sobre la asistencia, la marcha se convirtió en una vibrante celebración llena de música, consignas y pancartas que abogaban por la igualdad y la justicia. Frases como «Contra el fascismo más transfeminismo» y «Odio no, orgullo sí» resonaron en el aire, mientras los participantes mostraban su apoyo a la comunidad LGBTIQA+.
La primera parada de la manifestación fue en el parque García Sanabria, un lugar emblemático donde se realizó la primera manifestación del Orgullo en 1978. Allí, Marcela Rodríguez tomó el megáfono para recordar la importancia de no rendirse ante la ultraderecha y la necesidad de seguir luchando por los derechos de todos. Su mensaje fue claro: «No dejen de luchar». La marcha continuó por la calle Méndez Núñez, donde los participantes se encontraron con el sonido de las campanas de la iglesia de San José, lo que provocó una respuesta creativa y desafiante por parte de los manifestantes.
La segunda parada se realizó en el conocido «Monumento a Franco», donde se expresó el rechazo a los vestigios del franquismo en la ciudad. Los organizadores denunciaron que en pleno 2025 no debería haber monumentos que simbolicen el fascismo. La manifestación continuó su recorrido hacia la Plaza de la Candelaria, donde se leyó un manifiesto que abogaba por la defensa de los derechos LGBTIQA+ y la unidad frente a la ofensiva reaccionaria que se está viviendo en varios contextos políticos.
La jornada no solo fue una celebración de la identidad, sino también un llamado a la acción. Los representantes de diversas asociaciones y colectivos LGBTIQA+ leyeron un manifiesto que recordaba los logros alcanzados, como el matrimonio igualitario, y advertía sobre el peligro de perder derechos si no se mantiene la lucha. Se enfatizó que los derechos conquistados deben ser defendidos con firmeza y unidad, y que la comunidad no debe dar ni un paso atrás ante la creciente ola de discursos de odio.
La manifestación del Orgullo en Santa Cruz de Tenerife se enmarca en un contexto más amplio de resistencia frente a la extrema derecha y la homofobia. En un momento en que muchos países están viendo un resurgimiento de políticas y discursos que atacan a la comunidad LGBTIQA+, la marcha en Tenerife se convierte en un faro de esperanza y un recordatorio de la importancia de la solidaridad y la lucha colectiva. La participación activa de la comunidad y sus aliados es fundamental para garantizar que los derechos y libertades de todos sean respetados y protegidos.
El evento también sirvió como un espacio para la celebración y la visibilidad. La diversidad de participantes, que incluyó a personas de todas las edades y orígenes, reflejó la riqueza de la comunidad LGBTIQA+. Las banderas de colores ondeaban en el aire, y las consignas resonaban en cada rincón de la ciudad, creando un ambiente de alegría y resistencia. La manifestación no solo fue un acto político, sino también una fiesta que unió a la comunidad en torno a un objetivo común: la lucha por la igualdad y el respeto.
A medida que la manifestación avanzaba, se hizo evidente que el Orgullo no es solo un evento anual, sino un movimiento continuo que busca desafiar las injusticias y promover la aceptación. La jornada culminó con un festival que celebró la diversidad y la creatividad de la comunidad LGBTIQA+, reafirmando que el orgullo es tanto una celebración de la identidad como una lucha por la igualdad y la justicia para todos.