Una supercélula que comenzó su viaje en Italia, dejando a su paso un rastro de granizo devastador, ha sido un recordatorio de la creciente intensidad de los fenómenos meteorológicos en el contexto del calentamiento global. Este evento, que terminó en Croacia, es solo un ejemplo de cómo el clima extremo se está volviendo cada vez más común. Según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el mundo se enfrenta a un futuro donde las temperaturas seguirán batiendo récords entre 2025 y 2029. Con un 86% de probabilidad de que al menos uno de esos años supere el umbral crítico de 1,5°C de calentamiento respecto a la era preindustrial, la situación se torna alarmante.
La OMM ha publicado su informe titulado «Global Annual to Decadal Climate Update 2025-2029», que sintetiza las predicciones de los principales centros internacionales de modelización climática. Los datos son claros: la Tierra está en una trayectoria que no solo mantendrá las temperaturas medias globales en niveles récord, sino que es muy probable que las supere en los próximos cinco años. Este umbral de 1,5°C, acordado en el Acuerdo de París, no es meramente simbólico; su superación conlleva riesgos crecientes y potencialmente irreversibles para los sistemas humanos y naturales.
### Temperaturas Extremas y sus Efectos
El informe de la OMM revela que, para cada año entre 2025 y 2029, la temperatura media global cerca de la superficie será entre 1,2°C y 1,9°C superior al promedio preindustrial (1850-1900). La probabilidad de que al menos uno de los próximos cinco años sea más cálido que el actual récord de 2024 es del 80%. Aunque es poco probable, ya existe una posibilidad del 1% de que se registre un año con un calentamiento de 2°C por encima de los niveles preindustriales antes de 2030. Cada fracción adicional de grado tiene un impacto significativo: se prevén más olas de calor, eventos de lluvias extremas, sequías intensas, derretimiento acelerado de glaciares y hielo marino, así como un aumento del nivel del mar.
La OMM enfatiza que «cada fracción adicional de grado impulsa fenómenos más dañinos», afectando no solo la vida cotidiana, sino también la economía y los ecosistemas del planeta. Un hallazgo inquietante del informe es la velocidad del calentamiento en el Ártico. Para los próximos cinco inviernos, se espera que la anomalía de temperatura en esta región alcance los 2,4°C por encima del promedio de 1991-2020, lo que representa más de tres veces y media la anomalía global. Esta situación tendrá profundas implicaciones para los ecosistemas polares y el clima global.
### Cambios Regionales en Precipitaciones
El informe también anticipa grandes variaciones regionales en las precipitaciones. Entre mayo y septiembre de 2025-2029, se esperan condiciones inusualmente húmedas en el Sahel, el norte de Europa, Alaska y Siberia. Sin embargo, la Amazonía podría experimentar una sequía más severa. En el sur de Asia, los monzones seguirán siendo más húmedos de lo habitual, perpetuando una tendencia observada en la última década, salvo excepciones como 2023. La OMM es clara: el mundo acaba de vivir los diez años más cálidos desde que hay registros, y no hay señales de alivio en el corto plazo.
La persistencia del calentamiento global y la creciente frecuencia de eventos extremos ponen en riesgo la seguridad alimentaria, la salud, la economía y los objetivos de desarrollo sostenible. La ciencia climática nunca había sido tan precisa en sus advertencias. El mensaje es contundente y urgente: sin una reducción drástica y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero, el planeta se adentra en una era de riesgos crecientes, donde cada décima de grado cuenta y puede marcar la diferencia entre la adaptación y la catástrofe. La concentración de CO2 en la atmósfera ya ha superado las 430 partículas por millón, lo que subraya la necesidad de acciones inmediatas y efectivas para mitigar el cambio climático.