La situación de las personas con discapacidad en la región de l’Horta Sud ha tomado un giro preocupante desde la devastadora dana que afectó a la zona el 29 de octubre de 2024. A pesar de que el servicio de tren de Cercanías se ha restablecido, la falta de un ascensor funcional en las estaciones de Catarroja y Benetússer ha dejado a muchos usuarios sin la posibilidad de acceder a este medio de transporte. Este problema ha sido denunciado por Carol y Salva, dos residentes que representan a un colectivo que se siente marginado y olvidado por las autoridades.
El caso de Carol es emblemático. Esta mujer, que utiliza una silla de ruedas, ha visto cómo su vida se ha complicado enormemente desde que el ascensor de la estación dejó de funcionar. «No hay derecho», expresa con frustración. Antes de la avería, podía llegar a la Estació del Nord en solo cinco minutos, pero ahora se ve obligada a optar por el autobús, un medio que no siempre está adaptado a sus necesidades. «A veces tengo que esperar hasta que pase el tercer autobús que tiene rampa», comenta, lo que incrementa su tiempo de viaje a más de media hora. Además, el uso de un vehículo privado no es una solución viable, ya que la búsqueda de aparcamiento se convierte en una odisea que consume más tiempo que el propio trayecto.
La indignación de Carol se refleja en su afirmación de que las personas con discapacidad son tratadas como «ciudadanos de segunda o de tercera». La falta de consideración por parte de las instituciones es evidente, ya que, a pesar de sus múltiples llamadas a Renfe, la respuesta ha sido desalentadora: «si está roto, es lo que hay». La responsabilidad de reparar el ascensor recae en Adif, lo que ha generado un vacío de acción que afecta a muchos.
### La voz de la comunidad y la falta de acción
Salva, por su parte, también ha alzado la voz en defensa de la accesibilidad. Este vecino de Benetússer ha trabajado arduamente para que su localidad sea un lugar más accesible, pero la situación actual con el ascensor averiado ha puesto en jaque sus esfuerzos. La movilidad universal en las calles de su pueblo ha mejorado, pero la imposibilidad de acceder al tren limita gravemente la independencia de muchas personas con movilidad reducida. «Ahora tengo que depender de familiares o taxis para ir al centro de salud en Alfafar», lamenta Salva, quien espera que el ministro de Transportes, Óscar Puente, tome medidas al respecto.
La alcaldesa de Benetússer ha solicitado alternativas a Adif, pero hasta ahora no ha habido avances significativos. En abril, se anunció que la reparación del ascensor no se llevaría a cabo hasta agosto, y a medida que se acerca el primer aniversario de la dana, la situación sigue sin resolverse. Desde Adif, se asegura que se está dando «prioridad absoluta» a estos asuntos, pero las empresas encargadas de las reparaciones tienen sus propios plazos, lo que deja a los usuarios en un limbo de incertidumbre.
### Más allá de los ascensores: el estado de las infraestructuras
La falta de accesibilidad no se limita únicamente a los ascensores. Carol también ha señalado que el estado de las aceras en su localidad ha empeorado tras la riada. Las calles están llenas de socavones y las rampas en mal estado dificultan la movilidad de quienes utilizan sillas de ruedas. «Es un verdadero desafío salir a la calle», afirma, añadiendo que los coches que aparcan en las aceras complican aún más el tránsito.
La situación es crítica, y la comunidad de l’Horta Sud se siente cada vez más frustrada. La falta de acción por parte de las autoridades no solo afecta a la movilidad de las personas con discapacidad, sino que también pone de manifiesto una falta de compromiso con la accesibilidad universal. La indignación de Carol y Salva es compartida por muchos, quienes exigen soluciones inmediatas y efectivas.
La accesibilidad en el transporte público es un derecho fundamental que debe ser garantizado para todos. La lucha de estas personas es un recordatorio de que la inclusión no puede ser solo un objetivo, sino una realidad que debe ser alcanzada. La comunidad espera que las autoridades tomen medidas concretas para resolver estos problemas y garantizar que todos los ciudadanos puedan disfrutar de su derecho a la movilidad sin obstáculos.