La Conselleria de Emergencias de la Comunidad Valenciana ha establecido un protocolo detallado para la gestión del riesgo meteorológico, especialmente en situaciones de lluvias torrenciales y otros fenómenos extremos. Este protocolo, que ha sido remitido al juzgado correspondiente, incluye instrucciones técnicas que obligan a realizar un seguimiento continuo de las condiciones meteorológicas, con un mínimo de actualizaciones cada dos horas. Esta medida busca garantizar una respuesta rápida y efectiva ante situaciones de emergencia, como las que se han vivido en episodios recientes de DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos).
La gestión del riesgo meteorológico es crucial en una región que, como Valencia, se enfrenta a condiciones climáticas adversas. El protocolo establece que el Centro de Coordinación de Emergencias de l’Eliana debe realizar un seguimiento continuo de la pluviometría y los caudales en ríos y barrancos. Este seguimiento se ajustará a la intensidad del fenómeno meteorológico, lo que significa que, en situaciones de alerta, la frecuencia de las actualizaciones podría ser mayor.
### Importancia del Seguimiento Continuo
El seguimiento continuo de las condiciones meteorológicas es vital para prevenir desbordamientos y otros desastres relacionados con el agua. En el caso de lluvias intensas, el protocolo indica que se debe consultar diversas fuentes de información, incluyendo el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), y otras plataformas que ofrecen datos en tiempo real sobre el estado de los ríos y las precipitaciones.
La importancia de este seguimiento se evidenció durante el episodio de DANA que afectó a la región en octubre de 2024. En ese momento, el Centro de Coordinación de Emergencias recibió múltiples avisos sobre la tendencia ascendente del caudal en el barranco del Poyo, lo que llevó a la declaración de alerta hidrológica. La capacidad de respuesta rápida y la comunicación efectiva entre las diferentes entidades involucradas son esenciales para mitigar los efectos de estos fenómenos.
### Protocolo de Comunicación y Alertas
El protocolo también establece un sistema de comunicación claro entre las diferentes entidades responsables de la gestión de emergencias. En caso de que se detecten niveles de caudal peligrosos, la Confederación Hidrográfica del Segura y la Confederación Hidrográfica del Júcar deben informar a las autoridades pertinentes a través de correo electrónico y teléfono. Además, se contempla la posibilidad de contactar con AEMET para confirmar o valorar posibles cambios en las previsiones meteorológicas.
Durante el episodio de DANA, se registraron seis avisos de lluvia torrencial en la cuenca alta del barranco del Poyo, lo que generó preocupación entre las autoridades. A pesar de los avisos, la respuesta inicial fue criticada por algunos, quienes argumentaron que hubo un “apagón informativo” que dificultó la toma de decisiones adecuadas. Sin embargo, la jueza encargada del caso desestimó estas acusaciones, afirmando que la información había sido gestionada de manera adecuada.
El seguimiento de los caudales en el barranco del Poyo es un ejemplo claro de cómo la información precisa y oportuna puede marcar la diferencia en la gestión de emergencias. En un solo día, se registraron incrementos significativos en el caudal, alcanzando niveles que superaron los 1.600 m³/s, lo que llevó a la activación de protocolos de emergencia. La capacidad de respuesta de las autoridades se vio puesta a prueba, y la comunicación entre las diferentes entidades fue crucial para manejar la situación.
La implementación de este protocolo de gestión del riesgo meteorológico es un paso importante hacia la mejora de la seguridad en la Comunidad Valenciana. A medida que el cambio climático continúa afectando los patrones meteorológicos, es fundamental que las autoridades estén preparadas para enfrentar situaciones extremas. La colaboración entre las diferentes entidades, el seguimiento continuo de las condiciones meteorológicas y la comunicación efectiva son elementos clave para garantizar la seguridad de la población ante fenómenos meteorológicos adversos.