La epilepsia es un trastorno neurológico que afecta a miles de niños en España, siendo uno de los más comunes en la infancia. Según datos recientes, cerca de 30,000 niños padecen esta condición, lo que representa un desafío significativo tanto para los pequeños como para sus familias. La Dra. María Lorenzo Ruiz, neuropediatra del Centro Médico Quirónsalud Valdebebas, destaca la importancia de un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado para mejorar la calidad de vida de los niños con epilepsia.
### Comprendiendo la Epilepsia Infantil
La epilepsia se produce por un desequilibrio en la comunicación entre las neuronas del cerebro, lo que puede llevar a episodios de actividad eléctrica anormal. Estos episodios, conocidos como crisis epilépticas, pueden variar en severidad y presentación. Aunque muchas personas asocian la epilepsia con convulsiones visibles, existen formas más sutiles que pueden ser difíciles de identificar. Por ejemplo, un niño puede experimentar breves episodios de falta de respuesta, donde parece estar en trance, o movimientos involuntarios de una parte del cuerpo.
Las causas de la epilepsia infantil son diversas. Pueden incluir factores genéticos, lesiones cerebrales, infecciones, trastornos metabólicos o enfermedades autoinmunes. Sin embargo, en muchos casos, el origen de la epilepsia sigue siendo desconocido. La Dra. Lorenzo enfatiza que el verdadero reto radica en identificar cuándo un niño está teniendo una crisis, ya que no todas las crisis son evidentes.
### Diagnóstico y Tratamiento
El papel del neuropediatra es crucial en el diagnóstico y tratamiento de la epilepsia infantil. Este especialista no solo ayuda a determinar el tipo de epilepsia que tiene el niño, sino que también investiga las posibles causas y establece un plan de tratamiento adecuado. Es importante mencionar que algunos tipos de epilepsia pueden desaparecer con el tiempo, mientras que otros pueden persistir durante toda la vida.
Una vez diagnosticada la epilepsia, los padres suelen tener muchas preguntas sobre cómo manejar la vida diaria de sus hijos. Con un tratamiento adecuado, la mayoría de los niños con epilepsia pueden llevar una vida activa y normal. Aquí hay algunas recomendaciones para ayudar a los padres a manejar esta condición:
1. **Escolarización**: Es fundamental que el niño asista a la escuela como cualquier otro niño. Los padres deben informar al personal escolar sobre la condición del niño y cómo actuar en caso de que ocurra una crisis.
2. **Ejercicio físico**: Fomentar la actividad física es importante, aunque se deben evitar deportes que puedan ser peligrosos en caso de una crisis, como el submarinismo o la escalada. En actividades acuáticas, siempre debe haber un adulto presente.
3. **Higiene del sueño**: Un buen descanso es esencial. Los horarios regulares de sueño y la cantidad adecuada de horas de descanso son cruciales para el bienestar del niño.
4. **Dieta**: Aunque no hay recomendaciones dietéticas específicas a menos que se prescriba una dieta especial, es importante evitar períodos prolongados de ayuno y fomentar una alimentación equilibrada con varias comidas al día. Se debe limitar el consumo de cafeína.
5. **Uso de pantallas**: Limitar el tiempo frente a pantallas es recomendable, especialmente una hora antes de dormir. Para niños con epilepsia fotosensible, se deben tomar precauciones adicionales, como usar pantallas de alta frecuencia y mantener una distancia adecuada.
El Centro Médico Quirónsalud Valdebebas ofrece un enfoque integral para el tratamiento de la epilepsia infantil, combinando tecnología avanzada con un equipo de profesionales altamente cualificados. En caso de que se necesiten estudios adicionales o tratamientos más complejos, los especialistas del centro gestionan de manera eficiente las citas y la comunicación con los hospitales de la red Quirónsalud.
La epilepsia infantil puede ser un desafío, pero con el apoyo adecuado y un enfoque proactivo, los niños pueden llevar una vida plena y activa. La educación y la concienciación son clave para ayudar a las familias a enfrentar esta condición y garantizar que los niños reciban el cuidado que necesitan.