El barranco del Poyo, ubicado en Picanya, ha sido objeto de atención por parte del Gobierno debido a su vulnerabilidad ante inundaciones. La reciente dana, que desbordó las expectativas de caudal, ha llevado a replantear las obras de infraestructura necesarias para proteger a las comunidades cercanas. La situación actual del cauce, que se ha visto comprometido por el aumento de caudales, ha motivado la implementación de un plan más ambicioso que busca mitigar los riesgos de futuras riadas.
### La Necesidad de Ampliar el Cauce
La problemática del barranco del Poyo se ha intensificado en los últimos años, especialmente tras la dana del 29 de octubre, que registró caudales de hasta 2.500 m3/s, muy por encima de los 1.200 m3/s que se habían estimado inicialmente. Este desbordamiento ha evidenciado la insuficiencia de las obras proyectadas por el Ministerio de Transición Ecológica y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). La urgencia de adecuar el cauce del barranco se ha convertido en una prioridad para evitar daños en las viviendas cercanas y en las infraestructuras urbanas.
El proyecto de adecuación del cauce en Picanya es fundamental para proteger a la población de posibles inundaciones. En Paiporta, se planea mejorar la capacidad del cauce desde el puente de los Navarros hasta la salida del casco urbano, con el fin de reducir el riesgo de desbordamientos en áreas críticas como el polideportivo y la piscina municipal. Actualmente, el encauzamiento del barranco tiene una capacidad de menos de 800 m3/s, lo que ha resultado insuficiente en múltiples ocasiones, llevando a la necesidad de un ensanchamiento significativo del cauce.
Sin embargo, la administración enfrenta el desafío de ampliar el cauce en áreas urbanas densamente pobladas, donde la proximidad de las viviendas limita las opciones de expansión. A pesar de estas dificultades, se ha asegurado que se realizarán las ampliaciones necesarias para minimizar el riesgo en localidades como Paiporta, Benetússer, Sedaví, Alfafar, Catarroja, Massanassa y Albal. La atención se centra en mejorar el funcionamiento hidráulico de una sección entre el cruce de la CV-400 y la CV-405, donde se pueden implementar mejoras significativas.
### Proyectos de Infraestructura y Presupuesto
El plan de obras en el barranco del Poyo forma parte de un conjunto más amplio de seis proyectos de infraestructura hidráulica que están en desarrollo. Cuatro de estos proyectos están destinados a prevenir inundaciones en el barranco del Poyo, mientras que uno se enfoca en la Saleta y otro en el cauce del río Magro. Actualmente, estos proyectos se encuentran en fase de alegaciones, y la CHJ ha mantenido un diálogo constante con ayuntamientos, asociaciones empresariales y grupos ambientalistas para integrar sus propuestas en el plan final.
La licitación de estos proyectos está programada para el año 2025, con un presupuesto total de aproximadamente 220 millones de euros destinados a la reparación de infraestructuras y a intervenciones en barrancos y ríos. Además, se ha estimado una inversión preliminar de 768 millones de euros para las medidas de recuperación y otros 530 millones para las de prevención y protección. Este enfoque integral busca no solo restaurar las infraestructuras dañadas, sino también establecer un marco de prevención que garantice la seguridad de las comunidades afectadas.
La CHJ ha finalizado recientemente la restauración de los cauces dañados por la dana en el tramo bajo del río Júcar, donde se llevaron a cabo alrededor de una treintena de actuaciones centradas en la protección de los núcleos urbanos. Estas intervenciones han permitido recuperar la funcionalidad de los cauces y restituir el terreno perdido por los municipios afectados.
La importancia de estas obras no radica únicamente en la protección de las poblaciones cercanas, sino también en la salvaguarda de infraestructuras críticas como el ferrocarril de la Generalitat Valenciana, la red de acequias y las conducciones de agua potable. La experiencia adquirida durante la dana ha llevado a la CHJ a adaptar algunos proyectos a las nuevas realidades de inundaciones, asegurando que las futuras obras sean efectivas y seguras.
En resumen, la situación del barranco del Poyo en Picanya es un claro ejemplo de cómo las condiciones climáticas extremas pueden desafiar las infraestructuras existentes. La respuesta del Gobierno, a través de un plan de obras ambicioso y bien estructurado, busca no solo reparar los daños causados, sino también prevenir futuros desastres, garantizando así la seguridad de las comunidades en l’Horta Sud.